La junta rectora del Consorcio Patrimonio de la Humanidad ha aprobado las partidas necesarias para los proyectos que el Ayuntamiento espera ejecutar durante el año que viene. La actuación más ambiciosa es la urbanización de las calles Alt y Retir, en el barrio de sa Penya, y la reforma de la manzana de la UA-27 para obtener una docena de viviendas en esta zona degradada de la ciudad. Se ha previsto invertir 2,6 millones de euros, más de la mitad de los 4,6 millones asignados para distintas inversiones en las zonas protegidas por la Unesco en 2018.

Aunque en el último pleno municipal el teniente de alcalde, Alfonso Molina, confió en poder completar las actuaciones en la UA-27 dentro del año que viene, el concejal de Patrimonio, Pep Tur, no quiso comprometerse en plazos por los trámites que aún quedan. En todo caso, cree que sólo hará falta «informar» a la Ciotupha cuando se reciba el proyecto ejecutivo del Govern, dado que no contiene cambios respecto al anteproyecto. Tur destaca que será la primera actuación en sa Penya en la que se soterrarán los tendidos aéreos, algo que también espera acometer en el entorno de Vara de Rey, sin concretar plazos por la complejidad de estas intervenciones.

Conservación de las murallas

Pero además, en 2018 se han programado trabajos de conservación de las murallas por 1,2 millones, para los que se cuenta con la aportación de 800.000 euros de Fundatur. La rehabilitación del Revellí se acomete de forma separada, con 300.000 euros para la primera fase, que se espera financiar con cargo al 1,5% cultural.

El año que viene también está previsto acometer las obras de urbanización de las calles Soledat y Hospital, con un presupuesto de 180.373 euros, ya en fase de licitación. También la de los callejones de Santa Llúcia y Practicant Palau, por 159.142, que aún está pendiente de la resolución de la Ciotupha. Además, se acometerá el traslado de la estación transformadora de sa Peixateria por 80.000 euros y se invertirán otros 128.778 en la museización del yacimiento de la calle Santa Faç. El concejal apunta que en este caso se ha optado por dotar al conjunto de una cubierta para resguardar los hallazgos y varios paneles informativos.

Inversión en sa Carrossa

Por último, está previsto acometer varios trabajos de mejora en sa Carrossa. Aunque esta actuación aún se está evaluando, el concejal apunta que incluirá el arreglo de las aceras y el empedrado hasta la curva del convento y la sustitución de las piedras de los bancos.

Tur también señaló que hay otros proyectos «encarrilados» que se podrían empezar a ejecutar en cuanto se vayan terminando los ya programados. Porque al Consorcio aún le quedan algo más de 10 millones de euros pendientes de invertir. Tur insiste en que «hasta el último euro está asignado a un proyecto», sólo que aún no se ha programado su ejecución, con cargo al último préstamo mancomunado con el Consell y el Govern, las otras dos administraciones que contribuyen a sus fondos.

Entre estas próximas actuaciones a acometer está la mejora de las calles Santa María y Tur de Montis, dos vías «importantes» de Dalt Vila. También la segunda fase del Revellí, que será «un espacio abierto», aunque Tur de momento prefiere no concretar esos planes. «Después sólo quedarán actuaciones de menor envergadura» en la zona de intramuros, dijo el edil.