Apenas seis años después de su inauguración en 2003 por parte del entonces ministro Francisco Álvarez Cascos, del Gobierno de José María Aznar, la Autoridad Portuaria de Balears (APB) detectó desperfectos en el espaldón del dique de es Botafoc. Los daños eran entonces poco perceptibles pero se apreciaban por primera vez a simple vista. Pero ahora destacan por su envergadura e importancia, como se puede apreciar en las imágenes que acompañan a esta información. De hecho, la APB ha cuantificado en un millón de euros los trabajos para repararlos.

Cuando la APB recepcionó la obra, hace 14 años, no detectó este problema, que atribuyen «a una mala construcción» del dique, explicó un portavoz de este organismo portuario.

El problema que han detectado los técnicos de la APB es «una patología que consiste en la penetración de cloruros en el hormigón, de la sal» del mar, que «degrada el hormigón» con el que se construyó el espaldón. Pero que no afecta a la estructura del dique, matizó la misma fuente.

Los espaldones son muros que coronan los diques y su función es optimizar estructuralmente su sección, aumentar su cota de coronación, reducir o eliminar los rebases y servir de apoyo.

Preguntado sobre la importancia de la degradación del material, el portavoz de la APB explicó que se trata de «una erosión acelerada, llevamos años con esto y se tiene que solventar».

En cuanto se dieron cuanto de este problema, que insisten en relacionar con defectos en el proceso constructivo del dique, se pusieron en contacto con la empresa encargada de las obras, Dragados. «Negaron que fuera culpa suya e incluso hubo intentos de arreglar la situación». Pero finalmente, como explica el portavoz de la APB, «se ha llegado a un punto en que se ha decidido preparar una licitación para las obras de reparación» de estos daños, y posteriormente «reclamar el coste a Dragados».

Informar a la constructora

La empresa fue informada de la intención de sacar a concurso las obras de reparación, y la APB le dio un tiempo para que presentara alegaciones al expediente abierto por estos desperfectos.

«En estos momentos estamos en la fase de estudio de las alegaciones que ha presentado la empresa constructora a la advertencia de la apertura de un procedimiento sancionador, que consistiría en pagar la reparación de los desperfectos», indicaron desde la APB.

Las alegaciones llegaron a la sede de la APB en Palma «la semana pasada». «Es un tema muy reciente y [los técnicos de esta administración] deben analizarlas».

En ellas, se espera que Dragados intente justificar que los daños no son causa de los trabajos de construcción del dique, pero por ahora se desconoce qué han alegado para intentar conseguirlo.

En cualquier caso, la licitación de las reparaciones sigue adelante, con independencia de lo que consideren los técnicos de las alegaciones de la empresa. «Las reparaciones se llevarán a cabo, pero habrá que ver quién las paga porque dependerá de lo que dictaminemos de las alegaciones, que también pueden justificar otro escenario», matizó el portavoz.

La construcción del dique costó 49 millones de euros, 28 de ellos procedentes de los fondos de cohesión europeos, y fue el germen del nuevo puerto de la ciudad.

Este periódico intentó sin éxito contactar con algún representante de la empresa en Ibiza.

Por otro lado, Todos los puertos han visto aumentado el tráfico de mercancías excepto Maó, que ha disminuido en un 10% respecto a los datos recogidos en junio de 2016. Es especialmente reseñable el crecimiento del puerto de Alcúdia, con un aumento del tráfico del 29% y, en especial, de los graneles sólidos que suben un 35%.

Las cifras recogidas en tráfico de mercancía general (referida a bienes de consumo) que ha pasado en el primer semestre por los cinco puertos de interés general de las Baleares es de 6,2 millones de toneladas, un 7% más que en el mismo período de 2016. Alcúdia crece en un 23%, la Savina 11%, Ibiza 8% y Palma un 6%. Maó vuelve a ser el único puerto que no crece y disminuye un 15% su volumen de tráfico respecto a 2016.