Vila aprobó ayer en un pleno extraordinario los presupuestos de 2018 con el voto en contra del PP y la abstención de EPIC. Según el equipo de gobierno, son los presupuestos más inversionistas de su historia. No tanto por las actuaciones del propio Consistorio, por un total cercano a los siete millones de euros, sino también por las aportaciones que espera de otras administraciones, hasta sumar otros diez millones. Los grupos de la oposición han criticado el «triunfalismo» de PSOE y Guanyem, que, a decir del PP, ya está en campaña.

El teniente de alcalde y responsable de Economía, Alfonso Molina, incluyó en la lista, además de las inversiones propias, los 3 millones comprometidos de otros ejercicios que se ejecutarán el que viene. Pero también sumó la reforma de la UA-27 de sa Penya para hacer 12 VPO, cuyo proyecto ya han recibido del Govern y Vila espera poder ejecutar «el año que viene», con un coste de otros dos millones de euros.

Además, Molina recordó que el Govern levantará una promoción de vivienda social en un solar cedido en la calle Xarc, por otros 1,2 millones, sin olvidar los 1,8 millones que aportará a la reforma del paseo de ses Figueretes de la ecotasa. Esta inversión recibirá también 430.000 euros del Consell, que destinará 600.000 a mejorar las instalaciones deportivas municipales y también se esperan como mínimo otros 300.000 euros para los PIOS.

Aprovechando la presencia en el público del conseller insular de Hacienda, Gonzalo Juan Ferragut, Molina puso «ojos de gatito» para pedir que la institución insular colabore con la Casa de la Música, igual que hará la Comunitat con 500.000 euros.

«Incluso si sólo se ejecutara la mitad de lo anunciado», dijo el teniente de alcalde Alfonso Molina, «seguirían siendo los más inversores. El Ayuntamiento no está solo», insistió. Además, sin recurrir a créditos, porque Vila quiere dejar su deuda «a cero» para 2019.

Críticas de la oposición

Molina trató de convencer a la oposición de que apoyara sus cuentas, aunque desde el PP reiteraron sus críticas de hace unos días a un presupuesto que sostienen que empobrecerá a los vileros por un supuesto aumento de la presión fiscal (aumenta la recaudación por impuestos directos un 9%), que el teniente de alcalde atribuye a la actualización del IBI impuesta por la última revisión del catastro y a la mayor aportación del IAE, que sólo pagan las grandes empresas.

La popular María Fajarnés sostuvo que «la campaña electoral ya ha empezado» en Vila, por el triunfalismo del equipo de gobierno. Fajarnés criticó la falta de inversiones en gestión del agua -«han sido incapaces de renovar la concesión», reiteró- y pidió una rebaja de impuestos a los ciudadanos «con los 30 millones que tiene el Ayuntamiento en el banco».

Desde EPIC, Antonio Villalonga optó por la abstención, aunque valoró la liquidación del «engendro» de Invisa, la empresa pública que se disolverá en los próximos meses. Molina recordó que el 85% de las pérdidas de esta sociedad se generaron «en la anterior legislatura».

Villalonga se refirió con sorna el parque infantil anunciado en la plaza de sa Tarongeta: «Es una buena idea, pensando que los niños ya no pueden jugar en Vara de Rey», en alusión al pavimentado «chapucero» de s'Alamera.

Otras mociones

En la sesión también se aprobó por unanimidad el convenio con el Consell para que la Administración insular se haga cargo de la implantación y gestión de un servicio de alquiler de bicicletas insular.

Asimismo, se dio el visto bueno a la modificación del contrato con Valoriza que oficializa la cesión del solar de es Gorg y el traslado de la inversión en los contenedores soterrados en es Pratet a la Marina.