El alcalde de Sant Antoni, Josep Tur, anunció ayer que «por fin» se pone el marcha el nuevo servicio de limpieza y recogida de basura en el municipio, cuya contrata anterior caducó en 2014. La UTE Portmany, formada por las compañías FCC (adjudicataria de la contrata anterior), Herbusa y Cespa, comienza hoy la nueva etapa con el estreno de 24 vehículos nuevos (11 de ellos eléctricos), lo que supone un incremento del 40% respecto a la flota anterior.

Todos los vehículos que se estrenan se utilizarán para la limpieza de las calles, entre otras funciones, mientras que la llegada de los nuevos camiones que se empelarán para la recogida de la basura se pospondrá hasta el 1 de marzo, como máximo, antes del inicio de la nueva temporada.

También habrá un aumento de la plantilla, de en torno al 10%, según el concejal de Medio Ambiente, Pablo Valdés. Para empezar, mañana se incorporarán «cuatro o cinco trabajadores más», según Valdés, quien explicó que, en función del momento del año, se incrementará aún más el número de efectivos.

En este sentido, el concejal de Reinicia señaló que se ha modificado la división del año en temporadas y se ha prolongado hasta el 31 de octubre la que se considera como alta. En la contrata anterior, a partir de septiembre se producía una reducción de la plantilla «al mínimo», lo que, en palabras de Valdés, «provocaba situaciones por todos conocidas»

El alcalde resaltó que la nueva contrata resulta «un avance importante» en la limpieza del municipio y debe suponer «una mejora, muy esperada».El proceso, no obstante, será paulatino, según advirtió Valdés: «Somos realistas. No va a cambiar de un día para otro, pero este es el primer paso».

El contrato prevé que una empresa externa se encargará de supervisar el cumplimiento de las condiciones que estipula el contrato y «el grado de calidad» en la prestación del servicio. «En el caso de que no se cumpla lo previsto, se descontará lo que corresponda», explicó el alcalde, que agregó que este mecanismo de control servirá de «estímulo» para la unión de empresas adjudicataria de la contrata.

El coste de este servicio de supervisión será de 50.000 euros al año, que irán a cargo de la misma adjudicataria. El Ayuntamiento contrata a la empresa que controlará el servicio y la UTE adjudicataria del servicio lo paga, puntualizó Tur.

La contrata tendrá un coste anual de 4,7 millones, 700.000 euros más que la actual, aunque la cuantía podrá variar en función del número de toneladas de residuos recogidas, los metros lineales de vía publica limpiados y otros parámetros, según Valdés.

Teléfono gratuito

Otra de las novedades prevista en la nueva contrata es la puesta en marcha de un número de teléfono gratuito, una línea verde (900 400 010), para que los ciudadanos puedan comunicar incidencias o solicitar información.

El servicio telefónico funcionará de lunes a viernes de 9 a 20 horas. Valdés explicó que habrá recogida de residuos a domicilio, a través de esta línea, en un plazo máximo de 48 horas, aunque en el caso de las viviendas aisladas en zonas rurales se solicitará a los ciudadanos que los acerquen a «puntos más próximos» para evitar que «los camiones entren por caminos». De este modo, el alcalde pidió «la colaboración» de los residentes, sobre todo de los que viven en «el extrarradio, donde se lanzan residuos donde no toca», para mantener limpio el municipio.