«La clave de un nuevo proyecto es la creatividad y cómo usas las herramientas de las que dispones, consideró Roberto Carreras, experto en marketing digital y socio fundador de Muwom, compañía con la que creó Plan B de Ballantines, iniciativa de canciones colaborativas que también se convirtió en una sección del programa 'El Hormiguero'. Carreras protagonizó la segunda y última jornada del foro de emprendedores Ingenion, celebrado ayer y anteayer en el Centro Cultural de Jesús y organizado por el Ayuntamiento de Santa Eulària.

En su conferencia, Carreras explicó que su filosofía consiste en «acercar la música de una forma diferente». Con este objetivo nació Plan B de Ballantines y Vive ahora talent, de Ron Barceló. El primer proyecto consistió en crear «canciones de forma colaborativa». «Carlos Jean colgaba en Internet una base de música y los participantes compartían desde remixes a letras. Creaban su propio tema», recuerda Carreras.

Asimismo, hizo hincapié en que en la red no sólo hay piratas, sino que también se puede encontrar mucho talento. Eso sí, para descubrirlo hay que fijarse en lo que demanda el público y analizar la evolución de la industria musical.Para introducir su charla sobre la evolución de la música digital, el experto puso a prueba al público, que tenía que adivinar a qué marca representaba una melodía.

A los pocos segundos de escucharlas, los asistentes ya sabían de qué empresa se trataba e incluso visualizaban los anuncios. También hay que añadir que algunos eran muy conocidos: Nokia, Mc Donald's y, la melodía más reconocible, El Almendro. A los asistentes les faltó poco para cantar «Vuelve, a casa vuelve, por Navidad».

A continuación, el conferenciante quiso demostrar el poder de la música con más ejemplos. Primero puso una foto en la que se veía a un corredor y preguntó si creían que era lo mismo practicar deporte sin música que con ella. De repente, comenzó a sonar por los altavoces una canción cañera. Después, Carreras mostró una instantánea de una pareja partida por la mitad. «Si uno mira esta foto y escucha esta canción [suena 'Fix You', de Coldplay] uno se pone más sensible que si no oye nada», comentó el experto en marketing, lo que provocó las carcajas del público. «La música es un lenguaje universal, por eso la elegimos para transmitir mensajes. Se trata de contar historias y llegar también a un público joven», explicó Carreras en el foro Ingenion.

Tras estos ejercicios prácticos, el conferenciante pasó a la teoría y retrocedió hasta 1999, año en que se creó Napster. «Con la aparición de esta plataforma de descarga de música todo el mundo compraba discos duros para descargarlo todo y acumular canciones y canciones. Entonces las compañías discográficas nos comenzaron a llamar piratas. Tenían parte de razón», argumentó Carreras en el Centro Cultural de Jesús.

Con la aparición de iTunes, en 2001, comienza la caída «en picado» del disco físico, pero esto no significa que la gente escuche menos música, sino que la tecnología cambia la forma de consumirla, indicó. «Si una canción me gusta, la compro en Internet», remarcó el experto.

La eclosión de esta tendencia se produce con Spotify, cuya forma de consumo provoca que en 2015 la venta de música digital supere a la de formato físico. «Ya no sólo queremos escuchar música gratis, sino que pagamos una suscripción porque valoramos tener acceso a miles de grupos y cantantes», subrayó Carreras.

Con la evolución de la industria musical, un fan puede acceder a toda la discrografía de su cantante o grupo favorito, ver videoclips en YouTube y asistir a conciertos. Pero no es suficiente. «Los seguidores ya no se conforman con darle al play y escuchar música, quieren ser protagonistas», subrayó el experto en marketing musical, que destacó los meet and greet (encuentros con celebridades). «No sólo vale la experiencia durante, por ejemplo, un concierto, sino también el antes y el después», concluyó el experto.