El tráfico de la carretera de Santa Eulària, en el tramo de Ca na Negreta hasta Can Clavos, se situó el año pasado en una media diaria de 32.122 vehículos, un 4,42% más que en 2015 (30.761). El grado de saturación de esta vía, pendiente de ampliación, es notable, sobre todo en los meses de temporada turística, en los que se producen colas kilométricas.

Paradójicamente, los resultados del plan de gestión de aforos de la red viaria de Ibiza de 2016, recientemente elaborado, constata que en los meses de verano, de junio a septiembre, se produjo una ligera bajada del tráfico que soporta esta vía.

Es decir, en todos los meses del año, salvo en verano, noviembre y diciembre, aumentó la circulación en este tramo viario.

En concreto, en enero de 2015 se registró un tráfico de 24.095 vehículos de media por cada jornada, mientras que en el mismo mes del año pasado subió a 27.691 (3.596 más al día, casi un 15%).

En febrero, el incremento fue aún mayor al pasar de 25.334 en 2015 a 31.422 el año pasado (6.088 más, un 24%).

Esta tónica se mantuvo durante los meses siguientes hasta junio, en el que se constató una pequeña disminución de 284 vehículos diarios: 35.773 en 2016 y 36.057 en 2015. Lo mismo sucedió en el resto del verano. La mayor bajada se produjo en agosto, el mes que más tráfico soporta esta vía.

37.888 vehículos al día en agosto

Así, en 2016 la Intensidad Media Diaria (IMD) fue de 37.888 vehículos en agosto, mientras que el año anterior alcanzó los 38.391 (medio millar más, un 1,3%). El 14 de agosto de 2015 se alcanzó una punta de más de 41.000 vehículos en un día.

En octubre se constata de nuevo un aumento de la presión que soporta esta carretera en comparación con 2015 (30.987 en el año 2016 y 29.762 en 2015, 1.225 más), pero en noviembre y diciembre se produce de nuevo la misma situación que en verano: una disminución del tráfico.

Así, la IMD de noviembre del año anterior alcanzó los 25.695 vehículos, cuando en el mismo mes de 2015 fue de 27.117 (1.422 más). La diferencia se amplía en diciembre, con 22.960 vehículos el año pasado y 28.019 en 2015 (5.059 más, un 22%).

Los datos de tráfico en este tramo de la red viaria se recogen en la estación permanente E-16, situada próxima a Eiviss Garden. El departamento de Carreteras del Consell considera que en los registros del contador en 2015 no se reflejaban suficientemente los incrementos del tráfico que se producen en los meses de verano debido al «elevado nivel de congestión» que soporta esta vía, la mayor parte del año, «alcanzando el grado de saturación en amplios periodos horarios durante el estío».

Todo esto indica que esta vía «no tiene capacidad para acoger la demanda natural de tráfico de la temporada estival».

Según el servicio técnico de Carreteras, «esta situación se agravó en 2016» al aumentar en general la demanda de tráfico, con un incremento del IMD anual (4,4%), pero con un descenso ligero en verano. Varios motivos pueden explicar este resultado, según el Consell.

Por un lado, para evitar las largas colas, parte de los conductores (en mayor grado en 2016 que en 2015) han optado por buscar trayectos alternativos (entre la glorieta de los cazadores, Sant Rafel y la autovía de Sant Antoni, principalmente, y entre Santa Eulària y Jesús por Cala Llonga, en menor medida).

Efecto disuasorio

«El nivel de saturación alcanzado en verano ha supuesto un efecto disuasorio en la demanda no obligatoria [ocio, restauración], lo que produce también una disminución en general de este tipo de viajes», se apunta como otra de las causas.

De hecho, los técnicos apuntan que «la peatonalización de Vara de Rey, en el centro de Vila, y la reducción de plazas de aparcamiento también han podido tener alguna incidencia en este sentido».

El propio contador puede tener «problemas operativos para contabilizar de forma fidedigna el tráfico cuando se alcanza un nivel de saturación»; o sea, cuando se producen colas y largos periodos de vehículos parados el sistema tiene «dificultades» para la detección unitaria de los vehículos.