Se lleva celebrando desde 1989 y puede ser que este año no llegue ni a abrir puertas. El Mercat de Nadal surgió por una sugerencia del Ayuntamiento de Vila a varios vendedores, que ahora se sienten marginados y no quieren volver al bulevar Abel Matutes, donde se les quiere instalar de nuevo este año, después de las fuertes pérdidas que dicen que sufrieron el año pasado. Tampoco quieren volver allí los feriantes ni los vendedores de artesanía. Todos se preguntan por qué no pueden estar en Vara de Rey, si hay más espacio que nunca.

Una portavoz de los vendedores de artículos navideños asegura que la falta de público en esta ubicación les supuso una caída de ingresos «de entre el 40 y el 50%», según el negocio. El año pasado aceptaron el traslado por las obras en Vara de Rey, pero ahora se les dice desde el Ayuntamiento que no quieren anclajes en el nuevo firme de s'Alamera y por ello no pueden volver a instalarse allí con su carpa.

A este colectivo en concreto se le ofreció la posibilidad de instalarse en casetas en la plaza del Parque, pero por las dimensiones de sus estanterías y artículos no podían adaptarse a los 2x2 metros de los puestos. También se les planteó trasladarse a un lateral del parque de la Paz, donde se encontraban «con el mismo problema».

Por último, se les ofreció volver a instalar la carpa en el bulevar Abel Matutes, una ubicación que «no va a funcionar para nadie». El problema es que muchos han comprado un género que no tiene otra salida que el Mercat de Nadal. La propia portavoz asegura que ha invertido 5.000 euros con la esperanza de que este invierno se volvería a la «normalidad». Pero la perspectiva es de trabajar doce horas diarias en el puesto para no vender «ni para cubrir gastos».

Los márgenes siempre han sido muy estrechos. La mayoría de vendedores acudían al Mercat de Nadal «por el ambiente», porque entre las tasas y el pago de la vigilancia de la carpa, que antes corría a cargo del Consistorio, y el montón de horas que se echan en los puestos «no da para nada».

Y además con la posibilidad de quedarse solos, porque a los feriantes -los titulares de las atracciones y barracas de comida- se les plantearon otras opciones, igual que a los vendedores de artesanía.

Estos estaban dispuestos a probar qué tal les iba en un mercadillo más reducido -unos 14 o 15 puestos- ubicado en la calle Pere de Portugal, la calle peatonal tras la Agencia Tributaria y una zona de paso entre las tiendas de grandes franquicias de las avenidas de Bartomeu de Roselló e Ignasi Wallis. Pero un portavoz asegura que el Ayuntamiento ya no tiene tan clara esta posibilidad. Así que se les podría llevar a la plaza del Parque, donde cabrían hasta 20 puestos.

«¿Por qué no podemos estar todos juntos, como siempre?», se preguntaba esta portavoz, que también le recordaba al alcalde su «promesa» de que la feria navideña volvería a Vara de Rey después de las obras del año pasado. Lo que tienen claro es que «no» van a volver al bulevar, donde las ventas se les desplomaron. «El Ayuntamiento lo reconoce, y por eso sólo nos cobraron la mitad de las tasas de vía pública», asevera.

Feriantes en el parque de la Paz

Feriantes en el parque de la Paz

En cuanto a los feriantes, «sólo una titular» estaría conforme con volver al desangelado bulevar, aunque pagando menos tasas y con la garantía de que las actividades navideñas se harán allí. Los demás lo rechazan de plano. La empresaria que ejerce de portavoz explica que, tras pagar las tasas y hacer frente a las nóminas de su personal, sufrió unas pérdidas «de 2.500 euros».

Está dispuesta a probar «aunque sea a ciegas» en el parque de la Paz, que es la única alternativa que se les ofrece -con un límite de tres atracciones y tres puestos de comida-, pero es de las que «no montará» ninguno de sus negocios en el bulevar, «ni con oferta en las tasas».

«Estamos indignados con esta situación», afirmó la empresaria. Máxime cuando tampoco está claro «dónde van a plantar el árbol de Navidad del Ayuntamiento» que es algo de lo que también se quejan el resto de colectivos.

El Ayuntamiento declinó comentar la situación y se limitó a explicar que se plantearon varias alternativas a estos colectivos y está a la espera de que se decidan por alguna de ellas.