El objetivo de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA) de Ibiza es concreto: crear una plataforma de lucha contra el botellón y el consumo de alcohol en adolescentes. Y la premisa, indiscutible: toda la sociedad debe arrimar el hombro. Así se lo planteó ayer la presidenta de la agrupación de familias, Pepi Costa, a los cerca de 40 asistentes (representantes del Consell de Ibiza y de los ayuntamientos, la delegada territorial de Educación, policías tutores, empresarios y educadores sociales, entre otros) a la mesa de diálogo para tratar este tema, que se celebró ayer en el Consell de Ibiza. Tras más de dos horas de exposición y debate, todos los participantes se comprometieron a hacer lo que puedan, desde sus ámbitos de actuación, para frenar el consumo de alcohol, y de otras sustancias, entre los menores.

La presidenta de la FAPA reconoció que el primer lugar de actuación son las familias -«hay que devolverles la responsabilidad»-, pero defendió que es imposible conseguir resultados sin una «acción conjunta». Reconoció el «trabajazo» que han llevado a cabo en los últimos años los diferentes actores a pesar del cual, señaló, «no se ha avanzado mucho». Belén Alvite, coordinadora del Centre d'Estudi i Prevenció de Conductes Addictives (Cepca) abundó en esta idea: «Hay que devolver la responsabilidad a las familias, pero estamos en un partido de fútbol y todo el mundo pasa la pelota al campo del otro».

Consumo «cronificado»

Consumo «cronificado»

La experta explicó que a través de sus estudios han constatado que, en el caso del alcohol, hay un porcentaje nada desdeñable de adolescentes abstemios, pero, sin embargo, «los que beben lo hacen siguiendo una pauta más peligrosa». Además, alertó del consumo «cronificado» de porros, es decir, menores que fuman costo o marihuana todos los días.

La presidenta de la FAPA insistió en la importancia de que haya una coordinación de todas las actuaciones enfocadas a prevenir y reducir el consumo de alcohol y, sobre todo, de no duplicar esfuerzos para aprovechar al máximo los recursos económicos y humanos.

Algunos de los asistentes a la mesa criticaron que en la mayoría de municipios los policías tutores, una figura «de referencia» para los adolescentes, no se mantengan durante las vacaciones de verano, precisamente una época complicada en cuanto al botellón y el consumo de alcohol y otras sustancias por parte de los menores, ni fuera del horario lectivo, es decir, por las tardes.

Todos los profesionales abogaron por buscar alternativas de ocio al botellón que resulten atractivas para los menores. Sandra Torres, educadora social del instituto Sa Serra, en Sant Antoni, apuntó al deporte como una opción. Esta profesional, además, indicó que, en algunos casos, los menores que consumen alcohol u otras sustancias viven una situación compleja en su casa. La educadora social de Santa Eulària confesó echar de menos acciones de prevención desde la conselleria balear de Salud. En este sentido, la representante del Ib-Salut recordó que tienen una red de escuelas saludables, aunque reconoció que «pocos centros» se han sumado. Belén, educadora social de Sant Josep, por su parte, denunció que faltan recursos especializados -«como un Centro de Atención a la Drogodependencia para jóvenes»- para atender a los menores consumidores. «Si la misma persona que ha hecho la prevención tiene que decirle luego cómo reducir el consumo se pierde eficacia», opinó.