Los investigadores de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía que se encargan de perseguir los delitos informáticos en las islas abogaron ayer por implantar el llamado 'parte de viajeros' que se usa en los hoteles también en los pisos turísticos, como elemento de control de quienes se alojan en ellos y ayudar así a combatir el crimen organizado.

Durante la sesión vespertina del congreso sobre vivienda turística que ayer y hoy se celebra en la sede de la Universitat de les Illes Balears (UIB), un miembro del Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil y una inspectora de la Unidad de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional se declararon «sorprendidos» por el «crecimiento de las estafas en el alquiler vacacional» de las islas, especialmente en Eivissa.

Ello es así porque las estafas en el sector de los pisos turísticos «son muy fáciles de hacer y proporcionan mucho dinero». En cambio, la persecución policial de estos delitos es mucho más lenta que la acción de los delincuentes por la propia naturaleza de las herramientas informáticas que usan.

A modo de ejemplo, los representantes de la Guardia Civil y la Policía Nacional explicaron que los estafadores suelen crear sus propias páginas web de alquileres de pisos copiando el contenido completo de webs comerciales implantadas de forma legal (Ecoibiza, Fotocasa, Milanuncios...), pero poniéndoles otra dirección y exigiendo el pago anticipado. De este modo, cuando el cliente llega a Eivissa, el piso que ha alquilado «ya lo tiene otra persona, han pagado por una casa que no tienen y el que ha alquilado no se sabe dónde está», señalaron.

La Policía Nacional y la Guardia Civil señalan que estas mafias que operan en Ibiza suelen ser el escalón más bajo de organizaciones criminales que operan en los países del Este y que además de esto se dedican al tráfico de armas, personas o drogas. Los taxis pirata, los narcotraficantes de las fiestas ibicencas y otras lacras similares están vinculadas normalmente entre sí, señalaron.

«Pillamos al mulero, pero la cúspide de las redes está en los países del Este», confesó el agente de la Guardia Civil, quien admitió las dificultades de su labor, puesto que los ciberestafadores cambian rápidamente de web, de teléfono y de dirección postal, aprovechando que en internet no hay fronteras, «pero sí las hay entre los países», lo que complica su persecución internacional.

A preguntas del moderador, Pedro Luis Gil, de la Asociación de Viviendas Turísticas Vacacionales de Eivissa y Formentera, los dos miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado abogaron por la implantación del parte de viajeros que en los hoteles sirve para identificar a los clientes. Estas «fichas de policía», como se las conoce normalmente, «ayudarían mucho», según la unánime opinión de los ponentes. «Mucha gente que se queja de que ha alquilado su piso y se lo han destrozado, ni siquiera tenía partes de viajero para que lo rellenaran los inquilinos», indicaron. El miembro de la Guardia Civil recordó, a modo de ejemplo, que los terroristas que perpetraron el reciente atentado yihadista de Barcelona «estaban en un chalet», por lo que defendió este tipo de impreso para mejorar la seguridad ciudadana.

Por su parte, el representante de la Agencia Tributaria de Balears. Luis Messeguer, indicó que sólo la mitad de las viviendas turísticas que hay censadas en la isla de Eivissa están dadas de alta para ejercer esta actividad, confirmando así anteriores estimaciones que demuestran la abundancia de la oferta ilegal en este sector de negocio.