Sólo tres municipios ibicencos están por encima de la media de renta bruta de Balears, que en 2015 se situó en los 25.745 euros. Se trata, por este orden, de Vila, Sant Josep y Santa Eulària, cuyos vecinos pueden presumir de que ganan 4.000 euros más que un residente en Sant Antoni, por ejemplo, antes de deducir gastos. Pero ninguno de ellos se sitúa entre los diez municipios más ricos del archipiélago en función de la renta de sus habitantes. Esas posiciones están casi todas copadas por municipios mallorquines -sólo Sant Lluís se coloca en esos puestos, precisamente en décima posición-, según la clasificación de los municipios de más de 1.000 habitantes publicada hace unos días por la Agencia Tributaria.

La mayoría de los municipios pitiusos se encuentran entre la undécima posición de Vila (con 27.508 euros de renta bruta media) y la vigésima posición de Formentera, con 25.406 euros de renta media bruta, 344 euros por debajo de la media del archipiélago.

Los dos municipios con rentas más bajas en Ibiza son Sant Joan, con 24.392 euros de promedio bruto que le valen entrar en la 28ª posición de la lista y Sant Antoni, que es el único término municipal de la isla que se sitúa en la mitad inferior del ranking balear, en la posición 39, con un nivel medio de renta de sus habitantes de 22.718 euros. El vagón de cola en esta lista lo marca el municipio de Capdepera, con 19.419 euros de promedio bruto de renta.

Curiosamente, hay tres municipios de la Serra de Tramuntana que se colocan no solo los primeros de Balears en nivel de renta, sino también entre los 100 más ricos de todo el Estado. Y es un fenómeno que ha coincidido con la declaración de esta zona como Patrimonio de la Humanidad. De hecho, en Valldemossa es donde viven los mayores contribuyentes a la Hacienda estatal en las islas, con una renta de 38.930 euros, que los coloca en el vigesimonoveno puesto estatal cuando dos año antes estaban en el 42.

Renta muy alejada

En Vila, la renta bruta media está un 30% por debajo del municipio mallorquín y la diferencia se va ampliando. Ello a pesar de que en el municipio ibicenco no ha dejado de subir la renta en este periodo, lo que le ha permitido pasar del puesto 338 al 215 en el conjunto del Estado. En el ranking balear, el primer municipio declarado Patrimonio Mundial en la Comunitat ha perdido un puesto desde 2013, aunque el año pasado se situó en duodécima posición.

Aunque todos los municipios pitiusos, y, por extensión, también los de Balears, se sitúan en la parte alta de una estadística que incluye a más de 5.000 municipios, ya que todos están en el primer millar, lo cierto es que lo hacen en posiciones bien alejadas: Sant Josep está a 126 posiciones de Vila, en el 341. Santa Eulària le sigue de cerca en el puesto 354; Formentera ocupa el 416 de la lista y Sant Joan, el 554. Sant Antoni se queda mucho más abajo, en el puesto 802 de la lista.

Esto en cuanto a la media de la renta bruta, que computa el total de ingresos de los contribuyentes. Porque los datos de Hacienda también detallan en cuánto se quedan esos ingresos tras deducir gastos como los impuestos directos, las cargas financieras (préstamos e hipotecas) o las contribuciones a la Seguridad Social, por ejemplo.

Es lo que se define como renta media disponible. Y en este capítulo todos los municipios pitiusos se quedan en una horquilla que va de los 19.157 euros que les quedan a los vecinos de Sant Antoni de media (tras afrontar unas cargas de 3.561 euros de media) a los 22.606 euros con que pasan el año los vecinos de Vila (tras desprenderse de 4.902 euros). Tras hacer frente a esos gastos, los vecinos de Sant Josep, Santa Eulària y Formentera acaban con una renta disponible de más de 21.000 euros y, con unos 500 euros menos, los de Sant Joan.

En cuanto a quién declara en las Pitiusas, un tercio de los 61.055 contribuyentes residen en Vila, el 21% lo hacen en Santa Eulària, el 19% en Formentera, el 16,5% en Sant Antoni y un número similar en Sant Josep, mientras que en Sant Joan se firman el 3% de las declaraciones de la renta de ambas islas.