«Una de las mayores preocupaciones de las mujeres con cáncer de mama es si podrán estar al 100% cuando se reincorporen a su puesto de trabajo, pero hay que recordar que la enfermedad no acaba con el tratamiento, sino que es un proceso largo», explicó ayer la psicooncóloga de la Asociación Pitiusa de Ayuda a Afectados de Cáncer (Apaac), Beatriz Yusta, tras ofrecer información en la mesa instalada en el Hospital Can Misses. Recordar los síntomas del cáncer de mama para poder diagnosticarlo «cuanto antes», insistir en la importancia de que las mujeres de entre 50 y 69 años participen en el programa de detección precoz del Govern y brindar apoyo social y psicológico a aquellas que padezcan o hayan superado esta patología fueron los objetivos de las mesas informativas instaladas ayer en los hospitales y centros de salud de Ibiza y Formentera.

Con motivo del Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, desde Apaac quisieron dedicar esta jornada a aquellas personas que padecen esta patología e insistieron en que también necesitan apoyo psicológico tras el tratamiento recibido. «Reincorporarse al mundo laboral es difícil. Muchas se preguntan cómo van a aguantar su jornada laboral porque estando de baja notan el cansancio, dolor, pesadez del cuerpo...», explicó la psicooncóloga de Apaac, entidad cuyo lema de este año es 'Todos somos ellas'.

La angustia que puede generar volver al trabajo cuando la afectada aún siente mareos, entre otras molestias, contrasta con las que se reincorporan «antes de tiempo» debido a las ansias de volver a la rutina, es decir, de «recuperar la normalidad». Sin embargo, la mayoría de estas mujeres se dan cuenta de que no pueden afrontar la jornada laboral como antes de sufrir el cáncer de mama. «Cuando esto ocurre, la frustración y el estado de ánimo de las afectadas es más bajo que cuando recibían el tratamiento. Por esta razón, deben entender que la enfermedad es un proceso largo y confiar en el criterio de los médicos», sostuvo la psicooncóloga de Apaac.

Concienciación social

Concienciación social

Por otro lado, Yusta destacó que la enfermedad también hace que se replanteen su vida. «Las mujeres que han sufrido un cáncer de mama ya no son las que eran antes y algunas no quieren llevar el mismo nivel de estrés», sostuvo la profesional. Por esta razón, Yusta insistió en que se debe ayudar a estas personas a regresar a la rutina. Asimismo, hizo hincapié en que no hay que dejarse llevar por las apariencias. «Aunque una mujer puede parecer que está estupenda tras el tratamiento, una cosa es lo que se ve y otra es cómo se siente. Muchos creen que las enfermas ya están bien cuando les crece el pelo y no es así», subrayó Yusta, que añadió la importancia de que el entorno de la afectada le facilite su reintegración personal y laboral.

Prevención del linfedema

Prevención del linfedema

Por último, la psicooncóloga de Apaac destacó la importancia de quienes han padecido cáncer de mama sigan una serie de medidas de precaución para evitar el linfedema, es decir, la hinchazón del brazo de la zona que ha sufrido la intervención quirúrgica en la mama y axila producida por acumulación de líquido linfático. «Deben vigilar que no les pinchen en el brazo del lado del pecho extirpado, evitar cortes y llevar ropa ajustada y protegerse del sol», contó la psicooncóloga.

En Sant Antoni

En el centro de Salud de Sant Antoni, una de las matronas, Patricia Carrión, y una médico residente, Laura Sorribes, atendieron a los usuarios que se acercaron a la mesa informativa instalada frente a la recepción. Ambas resaltaron la importancia de saber identificar los síntomas del cáncer de mama y de que las mayores de 50 años no se salten ninguna mamografía.

Por último, Carrión y Sorribes recordaron que la lactancia es un factor de protección frente al cáncer de mama.