Un centenar de pasajeros de un barco de Baleària que cubre la ruta Ibiza-Valencia, el 'Nápoles-Limassol' han pasado más de 16 horas sin poder abandonar la embarcación por una avería en la rampa de la bodega. Esto ha impedido desembarcar hasta la una y media de este mediodía a todos los pasajeros que viajaban con vehículo, según acaba de explicar David Nilens, uno de los afectados.

El 'Nápoles-Limassol' salió ayer a las 14.30 horas del puerto de Ibiza y llegó a Valencia a las 19.45, cumpliendo el horario previsto. En ese momento, explica Nilens, después de que avisaran por la megafonía, quienes viajaban con vehículo se dirigieron a la bodega y los demás, hacia la salida, con sus equipajes. "La rampa se bloqueó. Pasaba el tiempo y no podíamos salir. El personal nos decía que en quince minutos lo arreglarían. Y luego nos decían que otros 15 minutos", explica el pasajero desde el barco. A las diez de la noche la situación seguía siendo la misma, no podían abandonar el barco, así que les sirvieron la cena: "Cuatro pinchos y un agua, supongo que tampoco tenían mucho más", indica Nilens, que destaca la amabilidad con la que "marineros y camareros" les trataron en todo momento. Eso sí, critica que en ningún momento se dirigiera a ellos ningún responsable de la compañía.

A medianoche, explica, aquellos que viajaban sin vehículo pudieron salir, a pie. "No se entiende que tardaran tanto", comenta el pasajero. El personal del 'Nápoles-Limassol' repartió al resto de viajeros en camarotes, y les comunicaron que deberían pasar la noche a bordo y que, seguramente, este mediodía estaría solucionado el problema. Sin embargo, a las doce del mediodía aún no habían conseguido bajar la rampa. "En estos momentos están intentando romperla con unas lanzas térmicas", explica Nilens, que destaca cómo la imposibilidad de salir del barco está afectando a cinco caballos que también viajan en el barco: "Están muy nerviosos, lo están pasando mal porque el espacio es muy pequeño. Están mordiendo los barrotes y dando coces a las paredes del remolque".

El pasajero, que se dirigía a Bruselas, explica que tuvo que discutir con el personal para que le dejaran subir a su perro, Puxi, al camarote con él. Además, denuncia que buena parte del pasaje afectado ha perdido vuelos, otros barcos y noches de hotel.

Una portavoz de Baleària ha confirmado que la avería ha afectado a un centenar de pasajeros. "Los trabajos están bastante avanzados y posadrán salir en breve", aseguraba a media mañana esta portavoz, poco antes de que por fin pudieran salir los pasajeros, cuando rondaban la una y media del mediodía. Esta portavoz ha detallado que se ha "forzado" la bajada de la rampa mediante dos grúas. La compañía recalca que se han "facilitado soluciones personalizadas" a la mayoría de los viajeros: se han puesto coches de alquiler para quienes tenían que coger un tren, por ejemplo. Muchos pasajeros de Valencia, explican, han abandonado sus vehículos en el barco y se les avisará para que acudan a recogerlos cuando puedan hacerlo.