La Asociación de Viviendas y Alojamientos Turísticos (AVAT) es una de las 36 asociaciones de la Petita i Mitjana Empresa d´Eivissa i Formentera (Pimeef). Cuenta con 28 empresas comercializadoras asociadas, que cubren el 85% de las casas, además de 200 propietarios particulares. Esta semana AVAT confirmaba que la temporada alta estaba lejos de responder a las expectativas, ya que una encuesta revelaba que el 77,78% de sus socios había tenido un mes de agosto peor que en 2016. Para su presidente, Roberto San Esteban, el intrusismo se ha convertido en uno de sus principales campos de batalla y uno de los temas centrales del III Congreso de la asociación, que se celebra el 23 y 24 de octubre.

-Exceltur calcula que sólo el 20% de unos 12.000 alquileres turísticos es legal en Eivissa, ¿qué se puede hacer con tanto intrusismo?

-En nuestro segundo congreso, llegamos a contabilizar entre 40.000 y 50.000 plazas que no sabíamos dónde estaban ubicadas. Si hay 80.000 personas en hoteles, 17.000 en viviendas turísticas más las segundas residencias, nos queda esa cifra que sospechamos que están en villas y casas no legalizadas. Cada verano nos vienen particulares que intentan alquilar sus casas en julio y agosto, para ganar un dinero extra mientras se van a vivir con sus padres. Evidentemente, lo rechazamos, porque no tienen licencia y es muy complicado alojar a un cliente en un hogar particular, con todas las características que tiene. Además, hay una infinidad de apartamentos ilegales y el fenómeno Airbnb y otras plataformas de internet, que aceptan cualquier alojamiento, desde habitaciones a camarotes de barcos o caravanas. Toda esta oferta está en el mercado y encima admiten pernoctaciones por días, cosa que crea una problemática muy grande.

-¿Cómo se puede combatir este intrusismo?

-Un punto que trataremos en el congreso con la Secretaría de Estado de Turismo es que marquen unas pautas para los alojamientos turísticos a nivel nacional para que haya una base general, independientemente de que luego cada comunidad pueda variarlas. También queremos traer a los representantes del comercio eléctronico, porque Airbnb o similares pueden actuar perfectamente en España, pero deben estar dentro de las normativas, pagando impuestos y seguros de responsabilidad civil. Cuando entras en Airbnb, debes pinchar una tecla que les evade de cualquier tipo de responsabilidad, a la norteamericana, y luego se desentienden de cara a los clientes y propietarios. Esto debe cambiar, porque nosotros pagamos impuestos, IVA, y cumplimos la legalidad al máximo. La competencia es buena, pero en las mismas condiciones y ahora mismo las plataformas no las cumplen.

-La Ley Balear de Turismo se ha modificado dos veces este verano, ¿está contento con los cambios?

-Hay tres o cuatro puntos que están bien, sobre todo que todas las comercializadoras y plataformas pongan el título de licencia turística de los productos en sus ofertas y , en caso contrario, se les persiga. Ahora habrá que ver si son capaces de aplicar la ley, porque una cosa es redactarla y otra tener el personal adecuado para hacerla cumplir y que no se eternice la tramitación de las multas. También pensamos que hay una inexactitud en la ley, notamos que ha sido un poco un refrito para tener contentos a algunos de los partidos políticos en el poder y no han cubierto las necesidades de los hoteleros, de las viviendas turísticas ni de los propietarios de los apartamentos. Habrá que esperar un año para que definan las zonas turísticas, más una ley apropiada para cada una de ellas, pero no sabemos qué requisitos van a necesitar.

-¿Qué espera del plan de inspecciones que anunció el Consell de Ibiza?

-Todo puede ser válido. Si con los informadores que se contrataron se ponen unas demandas por las infracciones detectadas, nos parece correcto. Pero las desafortunadas declaraciones del director insular de Turismo, donde afirmaba que iban a tardar cuatro o cinco años en sancionar, no son nada halagüeñas para que se corten de raíz las irregularidades. Independientemente de la ley Montoro, deberían aumentar el personal y agilizar estos trámites. Creo entender en la ley que ahora no es el Consell quien debe demostrar que un apartamento se está alquilando turísticamente, sino que es el propietario, una vez recibida la sanción, el que debe justificar que su apartamento estaba siendo alquilado cumpliendo la ley. Si lo aplican rápidamente, será muy interesante para todos.

-¿Agosto ha sido un mes malo o simplemente no ha cumplido con las expectativas?

-Ha habido mucha gente, pero han venido menos días. Hemos tenido muchas peticiones de fines de semana y fines de semana largos, pero nuestras infraestructuras no sirven para esta oferta, entonces estos turistas recurren a las plataformas de internet. Mucha de esta gente a lo mejor ha venido un par de veces en verano, así que el número de turistas incluso ha podido incrementarse, pero no el volumen de facturación ni de pernoctaciones. Esa es la idea general en nuestro sector, también en la hotelería, mientras que en los restaurantes se quejan de que los fines de semana estaban llenos y muy vacíos entre semana. Es un cambio de tendencia achacable a que Eivissa se ha puesto muy cara en los últimos años. Los precios han podido subir hasta un 20% sin justificación, a la gente le cuesta pagar ese dinero sin que mejoren los servicios ni las calidades. Otros destinos competencia nuestra, Croacia y Grecia, están creciendo mucho y veremos qué pasa con los destinos que nos han prestado visitantes, como Egipto, Túnez o Turquía, que imagino que dentro de poco los recuperarán.

-El 66% de sus asociados afirma tener clientes que han sido estafados este verano, ¿qué consejos daría?

-Hay que ir con mucho cuidado a la hora de hacer compras por internet. En la web que estamos creando en la asociación, recomendamos que el cliente se asegure de a quién compra. Cualquier inmobiliaria o agencia debe tener un domicilio físico, un teléfono fijo, una geolocalización de las oficinas, un CIF y, sobre todo, es imprescindible que haya alguien con quien hablar. La mayor parte de las estafas son a través de webs que han copiado fotos de casas y explicaciones de otras empresas que las publicitan. Abren un mail de contacto, ponen imágenes de gente que supuestamente trabaja para ellos y crean un contrato que rellena el cliente. Estas falsas empresas contactan con en la Península, gente a comisión sin trabajo que abre cuentas bancarias como si fueran de los propietarios a los que se ingresa el dinero. Si toman estas precauciones y llaman al teléfono de una oficina y le contestan, el cliente ya tiene bastante seguridad. Pero puede asegurarse todavía más si contacta con las oficinas del Consell o Turespaña y confirma que son empresas legales. También vamos a crear un emblema en el que se van a numerar las empresas asociadas. En el congreso vamos a traer también a expertos que nos asesoren sobre cómo prevenir estas estafas.

-Una estancia así supondrá un trauma para muchas familias.

-Imagina una persona que lleva todo el año planificando sus vacaciones, las paga y llega aquí con su familia y se encuentra con que no tiene donde ir. Es tremendo. Destroza las vacaciones, la imagen de la isla y, sobre todo, la nuestra, porque nos echan la culpa a nosotros cuando, en verdad, también hemos sido estafados.

-¿También hay estafas a sus asociados con clientes que alquilan chalés para luego organizar fiestas ilegales?

-Sí, nos pueden multar por esto y, como intermediarios, somos los más fáciles de encontrar, porque los que organizan las fiestas pueden desaparecer fácilmente. Intentamos tener cuidado, especificamos en el contrato que no se pueden hacer estas fiestas. Aun así, podemos ser estafados, porque se dan casos en los que aseguran que harán una cena para veinte persones y después se monta una fiesta multitudinaria. Pero, en líneas generales, ya no nos cogen.