El Ayuntamiento de Ibiza retrasa la reordenación del tráfico en las principales avenidas de la ciudad hasta el próximo invierno, en lugar de este octubre como se anunció en marzo de este año, y estima que esta segunda fase tendrá un coste de 1,2 millones de euros, en lugar de los 600.000 euros previstos inicialmente. Este encarecimiento se debe a que se aprovechará esta actuación para cambiar todos los semáforos, según ha informado un portavoz municipal, por otros "más modernos y mejores".

Asimismo, se han introducido cambios en el proyecto, como la reducción de aceras en las esquinas de determinadas intersecciones, lo que se define como 'orejas'. De todos modos, la misma fuente indicó que se trata un proyecto "vivo" en el que los técnicos municipales siguen trabajando y por lo que podrían considerarse nuevos cambios antes de llevarlo a cabo.

Por lo pronto, la segunda fase se ha retrasado "hasta el invierno", en lugar de acometerla al final de la presente temporada turística, como se mantenía hasta hace unos meses. En este caso se debe a que desde el equipo de gobierno aceptaron realizar una segunda tanda de mediciones del tráfico de la ciudad con datos de la temporada estival, en lugar de acometer los cambios sólo con los datos de circulación recabados en invierno, que sirvieron de base para el estudio de la reordenación del tráfico en Vila que elaboró la consultora Cinesi y se presentó en junio del año pasado.

El concejal de Movilidad, Juanjo Hinojo, respondió a las críticas por este retraso esta mañana recordando en una entrevista en Radio Ibiza que esta segunda tanda de mediciones se acordó, precisamente a petición de los grupos de la oposición: "En adelante tendré que reconsiderar qué propuestas les acepto", añadió.

Según detallan desde el Ayuntamiento, durante el verano se han instalado puntos de conteo de coches en las tres principales entradas a Vila, en la avenida de España, en la de Santa Eulària y en Ignasi Wallis, con mediciones cada 15 minutos en las que se han tenido en cuenta las horas puntas en el tráfico urbano, además de contemplar "todos los itinerarios posibles". Con estos datos se valorará el funcionamiento del tráfico con la implantación de los cambios previstos y se introducirán recomendaciones y propuestas de mejora en la gestión de los flujos "que incluirán tanto el vehículo privado como camiones y vehículos con actividad vinculada al puerto", según indicó el portavoz municipal.

Esto en unos días en que se celebra la Semana Europa de la Movilidad, con actos previstos hasta el próximo viernes, 22 de septiembre, cuando Vila organiza su Día sin Coches con una acción denominada Pàrquing Day, una convocatoria a la que se suma por segundo año la ciudad y a la que están adheridas más de 200 ciudades en todo el Mundo.

Consiste en 'ocupar' durante unas horas un espacio normalmente dedicado a los coches. En esta ocasión, el lugar elegido es la avenida de Bartomeu de Rosselló, donde se invadirán de forma pacífica tres plazas de zona azul para realizar diversas actividades relacionadas con la movilidad sostenible y el ocio. El año pasado el lugar elegido fue Vara de Rey, justo antes de iniciar la peatonalización de su entorno. Como entonces, el objetivo es concienciar "sobre la presión que ejercen los vehículos en la vida diaria de las ciudades", según informó el Consistorio en una nota.

En estos aparcamientos se informará de los beneficios ambientales de usar los aparcamientos disuasorios situados en torno a Vila y se informará sobre el transporte público y el uso de la bicicleta. En este Día sin Coches también se incidirá desde el Ayuntamiento en el fomento del transporte colectivo, el fomento del vehículo eléctrico o convertir los desplazamientos a pie en prioritarios para lograr una movilidad sostenible y segura.

El Ayuntamiento también hace balance de los cambios introducidos en los dos años de mandato del actual equipo de gobierno, con la peatonalización de s'Alamera y su entorno y la creación de 1.200 plazas de aparcamiento disuasorio más en el entorno de Vila, con la reciente conexión de estas zonas con el centro de la ciudad con un autobús gratuito (la L-50). También anuncia la conexión prevista a lo largo de 2018 del carril bici de la avenida de Sant Jordi con esta población a través de la calle Alzines. Además, está previsto renovar y ampliar los aparcamientos para bicicletas en toda la ciudad.