La concesionaria del servicio de abastecimiento de agua en Sant Josep, Aqualia, ha puesto en marcha una tecnología "pionera" en la detección de fugas o anomalías en la red. Se trata de un Big data, un sistema de recogida y análisis masivo de datos en tiempo real para anticipar un comportamiento anómalo de la red. El segundo teniente de alcalde de Sant Josep, Ángel Luis Guerrero, ha explicado esta mañana, en rueda de prensa, junto a los responsables de la empresa de agua que es el primer Ayuntamiento que implementa esta tecnología para controlar la red de agua.

El sistema de la empresa Takadú consta de 46 registros (sensores) que miden el caudal y la presión de la red de los distintos sectores que componen la red de canalizaciones de Sant Josep, que alcanza una longitud de 272 kilómetros, distribuidos en 50 sectores, algunos de ellos de "difícil acceso". Juan Luis Castillo, director de la zona 2 de Aqualia (La Rioja, Navarra, Murcia y Balears) ha explicado que la infraestructura de Sant Josep es la "más compleja" que conoce. Una red de 278 kilómetros para dar servicio a 11.000 clientes supone un ratio que no tenemos en ningún otro sitio. Además se tarta de una red dispersa, aislada y que da muchos problemas de gestión", ha dicho.

Por ello, Aqualia ha apostado por implantar esta tecnología en Sant Josep, con"un coste muy elevado" que Castillo ha eludido concretar, porque "hay una necesidad acuciante". "Todos conocemos los problemas que hay. Ha habido un incremento muy importante de la demanda, la capacidad de producción de agua desalada en la isla es la que es, los pozos y acuíferos están al nivel que están y cuando se extrae más agua de la que se puede la calidad del agua disminuye. Hay que aportar soluciones innovadoras y esta es una", ha remarcado. Castillo ha destacado que la zona 2 de Aqualia sólo emplea la tecnología de Takadú en Sant Josep y una zona de Almería.

Aqualia asume el coste de la aplicación de esta tecnología y según Castillo, no repercutirá en un futuro en las arcas del Consistorio. "Es a riesgo y ventura de la empresa", ha apuntado.

La nueva tecnología se aplica desde hace siete meses, pero en los últimos cuatro, cuando el sistema cuenta ya con más información, ha emitido entre 30 y 35 incidencias. En el 80% de los casos el aviso de fuga o avería ha sido real. Eso no quiere decir que el resto de avisos no hayan sido reales, sino que se registran como comportamiento esperado de la red. Y el sistema aprende de ello, ya medida que pasa el tiempo y se recogen más datos, es cada vez más fiable.

Está prevista la instalación de más sensores en la red para aumentar la recogida de datos y analizar también la calidad del agua.

Guerrero ha recordado que al principio de la legislatura el nivel de eficiencia de la red de canalizaciones era sólo del 52-53% y que, por ello, se decidió invertir en la mejora de su eficiencia. A principios de octubre se darán a conocer los nuevos datos y que, según Guerrero, serán "muy buenos", aunque no ha querido dar más detalles.