Agentes de la Policía Local de Santa Eulària obligaron a parar el miércoles por la noche una fiesta sin licencia y que estaba causando molestias por ruidos a los vecinos de la zona de s'Argamassa, informó ayer el Ayuntamiento.

La fiesta, celebrada en una plataforma de hormigón situada en la playa y vinculada a un establecimiento hotelero, no contaba con los permisos necesarios y fue suspendida sobre las 22 horas, cuando su duración prevista era hasta la medianoche.

La Policía Local recibió sobre las 20 horas una llamada que alertaba de las molestias que generaba entre los vecinos de la zona la celebración de esta fiesta, en la cual se había congregado gran cantidad de gente.

Ante este aviso, los agentes de la Policía Local que se desplazaron al lugar comprobaron que en los alrededores del establecimiento hotelero se podía escuchar música a un volumen muy elevado. Los agentes se entrevistaron con el responsable del negocio y le pidieron los permisos que se necesitan para organizar un evento de este tipo.

Sanción

Sanción

El responsable no pudo aportar la documentación que le pedían los agentes locales. De hecho, el Ayuntamiento no tenía noticia alguna sobre la celebración de la fiesta. Por este motivo, los agentes cursaron un acta de inspección de establecimientos en el que hicieron constar esta irregularidad.

En consecuencia, el Ayuntamiento abrirá un expediente sancionador contra el establecimiento, informó ayer el Consistorio a través de una comunicado.

Igualmente, la Policía Local contactó con el ingeniero autorizado para realizar sonometrías con el fin de que realizara una medición que corroborara si había una vulneración de los límites de ruido establecidos y, en caso de que fuera así, determinar cuál es el exceso de volumen, ya que es éste el factor que determina la cuantía de la sanción.

Independientemente de los resultados de la prueba sonométrica que realizó el ingeniero, cuyos resultados se harán llegar al Ayuntamiento en los próximos días, los agentes de la Policía Local levantaron otro acta de denuncia por ruidos contra este establecimiento, y después obligaron al hotel a acabar con la celebración.