El Consistorio de Ibiza ha instalado en el paseo Joan Carles I, justo antes de entrar al puente de sa Llavanera, dos barreras de seguridad de hormigón del tipo New-Jersey (que son de uso temporal) para estrechar la vía y evitar el paso de camiones de gran tonelaje por este tramo. El Ayuntamiento adoptó esa decisión a comienzos de esta semana, después de que los técnicos municipales constataran que el puente se había degradado respecto a la última comprobación que habían realizado allí.

Justo hace tres años, el 28 de agosto de 2014, Vila tuvo que apuntalarlo debido al mal estado en que se encontraba: la alarma saltó cuando los técnicos municipales se percataron de que había cedido 25 centímetros. Entonces, un par de buzos se encargaron de la reparación, una medida de carácter temporal cuya solución final será la construcción de un nuevo puente.

El Ayuntamiento, según explicó una portavoz del municipio, ha redactado un proyecto de consolidación de este tramo del puente de sa Llavanera, «que ha estado unos meses pendiente de diferentes administraciones». La tramitación administrativa «avanza a buen ritmo y ya está llegando a su fin», aseguran desde el Consistorio. Se trata de una obra «costosa y compleja», que desde Vila confían en que se lleve a cabo «este invierno». La inversión será asumida por el Ayuntamiento de Ibiza, puesto que la dirección general de Recursos Hídricos ya dejó claro en 2014 que sus competencias se limitaban al mantenimiento del suelo y de las paredes de ese canal.

Aunque el tráfico de vehículos de gran tonelaje está explícitamente prohibido en esta zona -hay señales que así lo advierten-, lo continuaban atravesando el paseo Joan Carles I. Incluso la Policía Local ha multado a varios camiones en esa calle. Tras comprobarse la degradación estructural del puente, así como que seguía sin respetarse la limitación, el Ayuntamiento decidió colocar las dos barreras, instaladas poco antes de la entrada al hotel, casino y restaurante de lujo de esa zona.

Los turismos pueden seguir circulando por esa vía, mientras los autobuses y otros vehículos pesados deben desviarse por la calle Joan Daifa.