Gloria Corral Joven (Madrid, 1955) se inició en las instituciones públicas hace dos años y tres meses y considera que el balance es «positivo». Tras trabajar en el sector turístico privado de la isla, donde todo «tenía que estar para ayer», reconoce que le ha costado acostumbrarse al «ritmo lento» de la Administración.

Le gustaría acabar bien la legislatura, aunque para ello tiene que afanarse en una concejalía muy exigente, la de Turismo y Comercio, donde tiene muchos frentes abiertos: el proyecto del Mercat Nou, el ocaso comercial de zonas emblemáticas de Ibiza como la Marina y el desafío del alquiler ilegal son algunos ejemplos.

¿Cómo valora la temporada turística?

Por lo que estamos viendo en las cifras del mes de julio, parece que ha bajado un poco la llegada de turistas, si no me equivoco creo que estaba alrededor de un 1,3% menos que durante el mes de julio del año pasado. En el gasto, sin embargo, parece ser que había subido, como la media de pernoctaciones.

¿Hay algún cambio respecto al año pasado?

El tema es que ahora mismo no está bien definido el tipo de cliente que tenemos porque ha variado mucho. Hasta hace unos años venían familias y venía gente para una semana, para diez días, para dos semanas€ Esta gente venía con una maleta grande, compraba cosas€ porque, además, se viajaba una o dos veces al año y se hacían unas vacaciones un poco más largas. Sin embargo, el perfil que tenemos ahora es principalmente gente que viaja más veces al año, que se mueve con compañías low cost y que llevan una maleta pequeña. Además, vienen solamente para tres, cuatro o cinco días y tampoco es que tengan mucho espacio. Creo que está cambiando también el perfil de cliente que llega y esto es algo a tener en cuenta, pero esto habrá que ir estudiándolo detenidamente.

¿Cómo valora la decadencia de zonas como la Marina?

La Marina es una de las zonas donde más cosas ha hecho el Ayuntamiento a lo largo de este año. Por ejemplo, se ha organizado el concierto de la Cruz Roja, tenemos el Ibiza Gay Pride; hemos hecho campañas de comercio como el ´Peixets al port´ o ´Feim barri, feim flors´. El problema es que el perfil de la persona que ahora pasea ha cambiado bastante en relación a otros años. De todas formas, estamos pendientes del estudio que solicitamos al Govern balear para hacer una zona comercial abierta. Se verán muchos más datos y probablemente veremos más cosas y se podrán tomar más decisiones.

Los comerciantes denuncian el descenso de las ventas por la falta de aparcamiento y la peatonalización de Vara de Rey.

Acabamos de inaugurar un autobús que conecta los aparcamientos disuasorios de la ciudad con el puerto de Ibiza de forma gratuita. La campaña se llama ´Al centre de Ibiza, en bus. Parking connectat´. Con ello, facilitaremos la movilidad de las personas que quieren acudir a esta zona.

¿Cómo está la situación de los pequeños comercios?

Hemos hecho ya dos ferias de stocks para animar a la gente a que conozca el pequeño comercio de la isla y los comerciantes que se sumaron a la iniciativa quedaron muy contentos. Todo esto es para intentar reactivar y ayudar a nuestro pequeño comercio, que se lo trabajan mucho y necesitan de ese pequeño empujón para poder seguir funcionando.

¿Las grandes superficies han hecho desaparecer los negocios pequeños?

Es cierto que en Bartomeu de Roselló las firmas internacionales han copado la vía, pero en las zonas más normales, incluso más de residentes, los precios se mantienen. Nuestros esfuerzos se dirigen al mantenimiento de estos comercios.

¿En qué punto se encuentra el proyecto del Mercat Nou?

En el mes de junio se hizo un viaje de trabajo para ver mercados de la zona de Cataluña y al viaje vinieron personas del Ayuntamiento, el arquitecto municipal, dos paradistas de la directiva del Mercat Nou, el técnico e invitamos al Partido Popular, pero declinaron la invitación. Visitamos un tipo de mercado que ya ha tenido éxito y que tiene todo lo que queremos que tenga el nuestro. Confiamos en que reúna todos estos requisitos y tengamos un mercado emblemático.

¿En qué características de esos mercados se basarán?

La idea es que haya una planta de productos frescos y luego una planta superior con una gran superficie. De hecho, todos los mercados que hemos visitado tenían esta fórmula porque es la mejor manera para que una persona pueda hacer la compra en un solo sitio.

¿Estará preparado para octubre de 2018?

Las concesiones terminan en agosto de 2018 y ahora lo que se está estudiando es dónde podría ir el mercado provisional, porque entre que se tire el edificio y se levante el nuevo, en algún sitio tienen que estar. Ahora mismo estamos todavía estudiando este tema. Una vez que esto esté superado y esté definido dónde va a estar emplazado, ya veremos exactamente cuál será el ritmo que haya que llevar.

¿Hay algún plazo para elaborar el proyecto?

No, lo importante es ver cuándo ese anteproyecto que hay ahora mismo se convierte en proyecto definitivo y, una vez que esto esté claro, ya se podrá ver el resto.

No se han reunido con los comerciantes desde diciembre, ¿ya hay alguna fecha fijada?

Nosotros ya les dijimos que estábamos trabajando en ello. De hecho, se está trabajando en un estudio de viabilidad para ver realmente qué tipo de mercado tendría éxito allí. Una vez que esté terminado, les iremos informando. Es decir, el hecho de que no nos hayamos reunido no quiere decir que no sigamos trabajando porque hemos hecho este viaje de trabajo y les damos todas las explicaciones que en este momento tenemos.

¿Cuál es la hoja de ruta a partir de ahora?

Primero tendremos que tener el estudio, tendrá que deliberarse dónde va a ir el mercado provisional y luego tener el proyecto definitivo. A raíz de tener el proyecto definitivo, todo lo demás se irá haciendo.

¿Qué le parece que Ibiza transite hacia el turismo de lujo?

No creo que Ibiza tenga que transitar por completo al turismo de lujo. El turismo de lujo es un segmento más, pero Ibiza tiene que tener para todo y, sobre todo, turismo familiar, que se ha ido perdiendo. Pienso que ese es el turismo que hay que recuperar y tener hoteles de tres estrellas reformados, con buenas condiciones, iría muy bien. Sinceramente, no creo que tengamos que dirigirnos exclusivamente al turismo de lujo. Para mí es un segmento más y no es el más importante.

¿Y qué supone este turismo para la isla?

Esos sectores gastan mucho dinero, por esto digo que no hay que despreciarlo, pero una cosa es no despreciarlo y otra es centrarte exclusivamente en él. Tenemos el turismo cultural, el de patrimonio, el deportivo y el turismo gastronómico, en el que estamos en la cresta de la ola. Es un turismo que atrae a gente y hay que cuidarlo, pero eso no quiere decir que haya que descuidar los otros.

¿Y qué le parece el pacto contra el turismo de borrachera?

Está muy bien, pero solucionarlo va a ser complicado. Podemos poner medidas coercitivas para intentar que no se venda alcohol a partir de determinada hora, que se les sancione€ Se debería hacer una campaña incluso antes de que lleguen aquí, que tengan claro que no pueden venir y hacer lo que quieran.

¿Qué implica la llegada de cruceros?

Es verdad que dentro de los cruceros hay gente que tiene todo incluido, pero también hay cruceros que no. La gente que baja de los cruceros sale y hay gente que contrata excursiones.En la ciudad hay muchísima gente que quiere subir a ver todo nuestro patrimonio histórico y hay gente que se queda a comer por allí en lugar de regresar al crucero y también hacen compras. Este año los cruceros empezaron muy pronto y van a acabar en diciembre. El último es el 16 de diciembre y el primero llegó el 10 de abril, son ocho meses y es otro segmento de turismo que está funcionando.

¿Hacia dónde nos lleva el actual modelo de turismo?

Hay un problema de saturación importante y es debido al alquiler turístico ilegal en edificios residenciales. Una vez que tengamos las armas para combatir este tipo de alquiler ilegal, tendremos solucionado una gran parte del problema de la saturación.

¿Qué efectos tienen plataformas como Airbnb en la ciudad?

Está claro que al haber un montón de viviendas dadas de altas en este tipo de plataformas tenemos el exceso de ocupación que tenemos. En el momento en el que la oferta ilegal vaya bajando también irá bajando ese exceso de gente porque, si llegan a la isla, no tendrán donde alojarse. Conozco casos en que, si en un apartamento caben cuatro personas, se han metido 20. Me lo he encontrado yo en el edificio donde vivo.

¿Han pensado ya en la zonificación de los pisos turísticos?

Estamos pendientes de hacer una reunión para ver la carta que nos ha remitido el Consell y habrá una reunión política y técnica para estudiar qué documentación se pide y, una vez tengamos esta primera reunión, comenzaremos a pensar en ello.

¿Cómo afecta el alquiler ilegal a la isla?

Afecta en varios frentes. Primero, tenemos un exceso de saturación de personas y también afecta a los residentes. Hay gente joven que se quiere independizar y no encuentra un alquiler viable. También afecta a los buenos profesionales, que hacen mucha falta, porque los establecimientos de cinco estrellas tienen que ofrecer un servicio de cinco estrellas. Pasa lo mismo con las fuerzas de seguridad del Estado, los médicos, las enfermeras€ Es un tema que se ha tratado muchísimo a lo largo del verano y que hay que trabajar para solucionarlo.

¿Cuál es el futuro de Ibiza?

Queremos que sea una isla en la que la gente pueda seguir trabajando. El objetivo es que se pueda trabajar, como mínimo, entre ocho y nueve meses porque las familias no pueden vivir con un sueldo de cinco o seis meses. Las familias tienen que tener ingresos durante más tiempo. Por otro lado, también necesitamos que no se desborde porque, cuando las cosas se desbordan, no se ofrece calidad al cliente que viene y si una persona se encuentra que para ir a la playa hay un atasco, no es bueno. Para mí es imprescindible controlar el tema del alquiler turístico ilegal porque estoy convencida de que ahí está el gran problema. Si conseguimos controlar el exceso de gente que viene, estoy convencida de que Ibiza va a poder ser más sostenible y vamos a tener una isla para mucho rato y para mucha gente.