La consellera balear de Cultura, la ibicenca Fanny Tur, calificó ayer de «preocupante» la situación del catalán en las Pitiüses, lengua que, según una encuesta elaborada por el Govern, la UIB y la Generalitat de Catalunya, únicamente emplean de forma habitual el 23,9% de los residentes en Ibiza y Formentera. Tur señaló que los datos ponen de manifiesto que una de las dos lenguas oficiales «está en clara inferioridad» y afirmó que su estado de salud ahora es «peor que hace quince años». A pesar de esto, considera que es posible «dar marcha atrás» para recuperar el «uso social» del catalán. La consellera reconoció que se trata de una labor de las instituciones, pero también de los ciudadanos. «Deben utilizarla», indicó.

Tur explicó que hay quien siente como una imposición que la Administración exija «unos mínimos» a la hora de acceder a algunos puestos de trabajo. Insistió en que lo que se pide es un conocimiento básico del catalán. Además, señaló que algunas personas se toman «como una provocación» que la gente hable en catalán, concepto que está «muy interiorizado». «Es una lástima que comunicarse en la propia lengua se considere una provocación», indicó la consellera, que apuntó: «Las instituciones deben ser valientes. El catalán es la lengua propia y se debe poder vivir en ella».

Instituciones «valientes»

La consellera defiende que el catalán, en las islas, «debe tener los mismos derechos que el castellano» y negó de pleno que sea una «imposición». Apuntó, además, que es necesaria una «estabilidad» en las políticas lingüísticas para que éstas sean efectivas. En este sentido, recordó, por ejemplo, las ayudas a las publicaciones en catalán que se pusieron en marcha en la pasada legislatura del Pacte de Progrés: «Hubo publicaciones que nacieron por esas ayudas y que aún se mantienen, a pesar de que al llegar el PP al gobierno suprimiera esas subvenciones». Tur recordó que su conselleria acaba de lanzar una línea de ayudas para promover el catalán en los medios de comunicación.

«Las instituciones deben ser valientes y actuar sin complejos. El uso del catalán es un derecho reconocido por el Estatut d'Autonomia y la Ley deNormalización Lingüística», insistió la consellera, que reconoció que en muchas ocasiones son las propias instituciones «las que no garantizan este derecho» a los ciudadanos.

La consellera contestó a los que defienden que la lengua que se habla en las Pitiüses no es catalán sino ibicenco: «Es una cuestión científica incuestionable. Nos entendemos sin diccionarios, eso no se puede negar. ¿Hay palabras diferentes? ¡Claro! Igual que hay palabras que se usan sólo en el castellano de Andalucía o sólo en el de Valladolid. Nadie cuestiona que lo que se habla en Chile, Colombia o Argentina es castellano, ¿por qué lo cuestionan con el catalán?». Ella misma responde a esta pregunta afirmando que negar la unidad de la lengua es una de las formas más habituales de atacarla.

De la misma manera, niega la relación entre política y lengua. Recuerda que en las Pitiusas se habla catalán desde hace ocho siglos y que aún en estos momentos hay muchas personas mayores de la isla que sólo saben comunicarse en su lengua. «Ellos no sabían nada de independentismo ni de catalanismo. Es su lengua, su legado. Equiparar catalán con catalanismo o con independentismo es tan absurdo como equiparar el castellano con el españolismo», apuntó Tur, que reivindicó que ser catalanoparlante no está reñido con emocionarse con un poema de Federico García Lorca, Miguel Hernández o Manuel Machado. «Es ridículo hacer estas asociaciones», reiteró.