Una tormenta con intensas precipitaciones provocó ayer por la tarde inundaciones en diversos puntos de Ibiza, así como retenciones y dificultades de tráfico en las carreteras de la isla, especialmente en el primer cinturón de ronda, que se inundó y donde era muy complicado circular. Los bomberos recibieron numerosas llamadas, las primeras procedentes de la zona es Cubells, ya que la tormenta había llegado por el canal de Ibiza y entró por el oeste de la isla. Una portavoz de la Aemet ha informado a este diario que el temporal remite hoy en las Pitiuses y que las temperaturas experimentarán un ascenso en los próximos días.

Desde las 20.25 horas no despegaron ni aterrizaron aviones en el aeropuerto de Ibiza a causa de la tormenta, puesto que no era posible operar en la pista hasta que el tiempo mejorara. Un pasajero de un vuelo procedente de Alicante denunció que había permanecido dentro del avión unas dos horas. Además, un vuelo con destino a Palma fue cancelado y varios sufrieron retrasos de más de una hora. La lluvia acumulada también provocó el desprendimiento de una parte del falso techo de la terminal de salidas, en la zona próxima a los mostradores de facturación, sin provocar heridos.

La Policía Local de Sant Josep cortó sobre las ocho de la tarde la carretera de los acantilados de es Cubells después de que, debido a las intensas lluvias, se produjesen desprendimientos de rocas e inundaciones, según informó el Ayuntamiento de Sant Josep en una nota de prensa. La Policía Local, bomberos y miembros de Protección Civil se trasladaron a la zona y evacuaron a algunas personas que estaban circulando en vehículos y se encontraban en situación de riesgo debido a la inundación de algunos tramos de la carretera.

«No había visto una cosa igual. Temí incluso por mi vida, varios barcos volcaron y había auténticas riadas de agua», relató un testigo al que la tormenta le pilló bañándose en ses Salines: «Fue una tormenta impresionante, me caían los rayos al lado». Según informó la Aemet, 3.000 rayos cayeron en las Pitiusas durante tres horas.

La tormenta no solo provocó daños en Ibiza, pues en Cala Saona (Formentera) un tornado afectó a varias embarcaciones. Según informó el 112, al menos seis embarcaciones chocaron contra las rocas y tres se hundieron, sin que se produjeran heridos. Las lanchas de Salvamento Marítimo ´Salvamar Markab´ y ´Guardamar Cariote´ y el servicio marítimo de la Guardia Civil intervinieron en el rescate de las embarcaciones.

Sin luz

Sin luzEn los accesos a Vila se anegaron las rotondas y había tapas de alcantarilla que saltaron porque la red se había desbordado. Además, la tormenta ocasionó cortes de luz en Sant Jordi, donde hubo 280 abonados afectados. Otros 300 clientes se quedaron sin electricidad en puntos dispersos de la isla, según informó un portavoz de Endesa. No obstante, los problemas en el suministro eléctrico ocasionados por la tormenta se solucionaron en pocas horas. Los cortes del suministro eléctrico también afectaron a Formentera, por una avería en la red de distribución, que afectó a Sant Francesc, es Cap y otras zonas de la isla.

Algunos tramos de carreteras quedaron anegados, como el primer cinturón de ronda, donde el agua cubría todo el neumático de un coche. El paso inferior de la rotonda de ses Salines, en la carretera del aeropuerto, se inundó y los vehículos tenían que dar la vuelta, colocándose en sentido contrario al permitido. La única patrulla de la Guardia Civil de Tráfico se encontraba atendiendo un accidente sin daños graves y tuvo que pedir a la Policía Local de Sant Josep que acudiese a regular el tráfico. Finalmente, el servicio de carreteras del Consell fue el encargado de facilitar el tráfico de los vehículos. El tramo de la autovía situado a la altura del hipódromo de Sant Jordi permaneció cerrado hasta poco antes de las 22 horas.

Además, el concierto del grupo Sweet California, que iba a tener lugar en el colegio Cervantes de Sant Antoni, se canceló a causa de la tormenta.

La alerta naranja

La alerta naranja

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) decretó la alerta naranja por fuertes lluvias en Ibiza y Formentera desde las cinco de la tarde de ayer hasta las ocho de la mañana de hoy, ya que preveía hasta 50 litros por metro cuadrado a la hora. El peor momento, según las previsiones de la Aemet, se esperaba esta madrugada. Pero desde las doce del mediodía de ayer, las Pitiusas ya estaban en alerta amarilla, con precipitaciones que podían llegar a los 30 litros por metro cuadrado. Esta alerta se alargará hasta las 12 horas de hoy.

Ayer se produjo una brusca bajada de temperaturas en las Pitiusas, tanto de las mínimas como de las máximas: el martes 8 se registraron en la isla 36,4 grados de máxima y ayer se desplomaron hasta los 27. Esta bajada se acentuará hoy, para cuando se esperan máximas de 26 y mínimas de 20, un descenso de 10 grados. Hoy y mañana las temperaturas y el tiempo recordarán más a días otoñales, pese a que tradicionalmente es cuando se dan las máximas del verano.

Aunque la sensación térmica será más agradable, podrían haber bajado aún más las temperaturas. El viento y las nubes y el efecto invernadero que crean son la causa de que los termómetros no desciendan tanto como lo esperado, según la delegada territorial de la Aemet, María José Guerrero. El cielo nublado y el viento amortiguan la bajada de temperatura propia del fenómeno de bajas presiones que se está viviendo durante 24 horas en Ibiza y Formentera. Mientras el viento y y las nubes ayudan a que los termómetros no varíen demasiado, las altas temperaturas del mar intensifican la inestabilidad del tiempo.

«La lluvia se ha iniciado en Denia, allí ya está lloviendo. Se espera que la precipitación se refuerce y sea la que llegue hasta Ibiza y Formentera. Será esta la que afecte a las Pitiusas», explicó Guerrero ayer por la mañana. Se esperan 50 litros por metro cuadrado durante la alerta naranja y 30 durante el aviso amarillo.

Regreso del calor

Regreso del calor

Pero tras pasar esta alerta, las temperaturas volverán a ascender, de manera progresiva pero inexorable. A partir del sábado, las máximas empezarán a subir dos o tres grados cada día, hasta que el día 15 se vuelvan a registrar máximas que no bajen de los 30 grados.

La temperatura máxima más alta registrada en Ibiza este mes de agosto fue el día 2, cuando se llegó a los 37,7 grados en Sant Joan, cuya temperatura media durante la primera quincena de agosto de otros años era de 31 grados, por lo tanto estaba muy alejada de su valor medio.