Son jóvenes, pero atesoran la ilusión del que quiere hacer grandes cosas. Todo comienza con un paso inicial y la primera palabra la pronunciaron ayer los 37 nuevos graduados en Turismo en Ibiza al demostrar, durante el acto de entrega de diplomas, sus ganas de transmitir el conocimiento adquirido en cuatro años de carrera.

La sala de plenos del Consell acogió la ceremonia oficial de graduación de la última promoción de la Escuela Universitaria de Turismo de la isla. Los alumnos fueron tomando asiento entre risas y comentarios como «qué guapa vas» o «quién te iba a decir que te vestirías con traje».

Las continuas bromas dieron paso a las sonrisas nerviosas, a las miradas de complicidad entre compañeros y a las primeras palabras de ánimo: «Habéis decidido estudiar una carrera que tiene salida y estamos de enhorabuena porque el sector turístico va a recibir a unos profesionales muy preparados», afirmó Onofre Martorell, el director de la Escuela Universitaria de Turismo. Joan José Montaño, el director general de política universitaria, les instó por su parte a no olvidarse de la valentía: «No cabe duda de que habéis adquirido una serie de conocimientos y habilidades, pero no os olvidéis de las actitudes y los valores, que serán los que marquen la diferencia con respecto a vuestros oponentes».

Fanny Tur, la consellera balear de Cultura, recordó a los jóvenes que el aprendizaje no acaba nunca. «Tenéis que seguir formándoos siempre y ahora empieza una nueva etapa, la laboral, en la que vuestra actividad turística tiene que ir ligada al respeto del territorio y el patrimonio cultural», les recomendó Tur. La vicepresidenta del Consell Viviana de Sans animó a los futuros profesionales a que se conviertan «en los mejores embajadores» de la isla y que sean conscientes de que «para garantizar el turismo, se ha de garantizar también la belleza de nuestro paisaje, el territorio y los recursos naturales».

Los titulados, entre los que predominaba la presencia femenina, acudieron a la gala con la lección aprendida y la mayoría declaró que querían ampliar sus estudios. Clara Arbona, que recibió también el premio al mejor expediente académico, realizará el próximo curso «el primer máster de turismo de la isla», Sofía Hernández tiene en mente «cursar magisterio lo más pronto posible» y Alejandra Torres desea «seguir estudiando y, si puede, «trabajar al mismo tiempo en el sector del turismo, sería lo ideal».

Enfocados ya en la etapa laboral, Gabriel Escandell se mostró contento por «la suerte» que tuvo al realizar las prácticas, ya que le gustó a la empresa y se quedó. También estaba satisfecha Belén Úbeda, una estudiante de Tomelloso (Castilla-La Mancha), quien comenzó a trabajar «en un departamento pequeño» y ha llegado a uno «relacionado con el turismo».

Los discursos terminaron y los graduados comenzaron a ponerse nerviosos. Los familiares de los estudiantes se acercaron a las primeras filas para inmortalizar el momento más importante en la vida universitaria. Sus miradas de orgullo no sirvieron para tranquilizar a los jóvenes, pero les hicieron sentir que las largas tardes de estudio y la inquietud habían valido la pena.

Entrega de diplomas

Entrega de diplomas

Uno por uno, los recién titulados fueron acercándose al estrado a medida que citaban su nombre y las bromas y los comentarios no cesaban, a lo que el aludido contestaba con miradas traviesas.

Clara Arbona fue la encargada de pronunciar el discurso de los estudiantes y la ovación de sus compañeros fue significativa. «La experiencia nos ha hecho crecer a nivel profesional y personal. El graduado en turismo puede desarrollar su carrera profesional en el sector turístico, pero también en otros sectores como la banca, asesorías o empresas turísticas. Ibiza se enfrenta a grandes retos y problemas: la masificación, los problemas de medio ambiente, el alquiler vacacional, falta de personal cualificado... Entendemos que los graduados en Turismo podemos formar parte de la solución a estos problemas», concluyó Arbona.