El pleno del Ayuntamiento de Sant Josep aprobó ayer inicialmente la modificación de la ordenanza de ruidos que limitará, entre otras cuestiones, la música en el interior de los beach clubs, de manera que no retumbe en el exterior. La modificación salió adelante gracias a los votos del PSOE, Guanyem y Alternativa Insular (AI). Los ediles del PP se abstuvieron y acusaron al equipo de gobierno de actuar «a golpe de titulares» porque la última modificación data del pasado mes de abril.

El concejal popular Francisco Javier Marí aseguró, además, que no hacía falta cambiar la ordenanza para acabar con los ruidos, pues, a su juicio, «la actual ya permite actuar, pero no lo hacen».

En ese mismo sentido se expresaron los miembros de Prou! que acudieron al pleno y que llegaron a ser una veintena. La plataforma exigió «el cumplimiento de la ordenanza contra ruidos de forma inmediata en vez de modificarla». «¿No será esta modificación una excusa para no aplicar la ordenanza?», preguntaron desde Prou.

Por su parte, Alternativa Insular insistió en que no hay agentes de la Policía Local suficientes para controlar la aplicación de esa ordenanza, es decir, que es papel mojado. Guanyem, que aplaudió la medida, no comprende, sin embargo, que se haya esperado a julio para llevarla a pleno cuando en abril ya se aprobó otro cambio.

Tras el visto bueno inicial de la nueva normativa, se abrirá un plazo de exposición pública y presentación de alegaciones. Después, una vez aprobada la ordenanza de forma definitiva, habrá un periodo de seis meses para que los locales se adapten a esta nueva condición. Hay que tener en cuenta que en abril del año que viene se cumple el periodo de un año para que todos los establecimientos del municipio, no sólo los de Platja d'en Bossa, tengan limitador de ruido.

Todas las formaciones votaron a favor (excepto AI, que se abstuvo) de la ampliación del servicio de recogida selectiva de basuras, que costará al erario unos 40.000 euros. El dinero será extraído de la partida «de imprevistos» -como la calificó Paquita Ribas, responsable de Hacienda-, dotada con 200.000 euros. Sant Josep ha tomado esa decisión tras comprobar que la recogida selectiva en el municipio experimentó un incrementó del 21% durante el primer semestre del año en comparación con el mismo periodo de 2016.

Reprobación a Vicent Torres

Reprobación a Vicent Torres

Por momentos, en vez de Sant Josep, parecía que el pleno se desarrollaba en Palermo. Vicent Torres, edil de AI, defendió una moción en la que pedía que se perdonaran las multas interpuestas un determinado día a todos los vehículos aparcados sobre la acera de la calle Coscoll. Alegó que los agentes habían procedido «de manera indiscriminada» y «con ensañamiento».

Su moción mereció la reprobación de todos los grupos. «No tiene vergüenza», le dijo Paquita Ribas, del PSOE, para quien lo ocurrido era «inaudito». «Aparcar sobre una acera es ilegal», le recordó. Neus Marí, del PP, que coincidió con el PSOE en que Torres debía «retirar» la moción, por «no ser digno de un edil» pedir la anulación de las multas. Francisco Javier Ramírez, de Guanyem, le instó a que, «por decencia», dimitiera inmediatamente: «Es inmoral, una práctica casi mafiosa, una falta de respeto a la institución, a los ciudadanos y a sus votantes».

Además, se dio el visto bueno unánime a la propuesta del PP de adecuar los peligrosos cruces de la carretera de Sant Josep con la que se dirige a Cala Vedella y con la que, pasado Sant Agustí, va hacia Platges de Comte. Ángel Luis Guerrero, edil de Territorio, comentó que, precisamente, la consellera de Movilidad, Pepa Marí, le comunicó hace escasos días su propósito de intervenir en el peligroso cruce hacia Cala Vedella.