La bandera amarilla de «precaución» ondeó ayer en la playa de Cala Vedella como consecuencia de la acumulación, en el agua y en la orilla, de restos de las tres embarcaciones que se incendiaron el pasado sábado junto a las casetas varadero. Se decidió no izar la bandera roja y prohibir el baño al constatar que el agua de la parte opuesta de la playa estaba limpia, según fuentes municipales.

Sant Josep activó el protocolo «extra y urgente» de limpieza de la playa. También se requirió a Protección Civil que acudiera a la playa con la barca preparada para limpiar posibles residuos químicos, sobre todo carburante.

Durante la retirada, los restos de las lanchas enturbiaron el agua y dejaron despojos tanto en el agua como en la misma arena. El Consistorio trata de averiguar qué empresa se ha llevado las embarcaciones sin gestionar la limpieza del entorno. Por ello, las fuentes municipales consultadas explican que el Ayuntamiento cargará los gastos extraordinarios llevados a cabo para limpiar la playa a los responsables de la retirada de las lanchas quemadas.

El incendio de las tres embarcaciones, dos de 11 metros de eslora y otra de cuatro, se produjo el sábado por la tarde. No hubo heridos. El fuego se originó en una de las lanchas cuando estaba cargando combustible y uno de los tripulantes encendió el motor.

Por otra parte, la subida de las temperaturas y la falta de capacidad de las dos bombas instaladas hace unos años por la asociación de vecinos para que el agua no se estanque han provocado que de nuevo prolifere una microalga que da al agua una tonalidad verde.