El hombre que el pasado jueves por la tarde fue encontrado en una caseta de obra falleció por deshidratación, según los resultados preliminares de la autopsia, informaron ayer fuentes policiales. Además, en el cuerpo no se han encontrado signos de violencia, por lo que se considera una muerte por causas naturales.

El hombre estaba indocumentado y el cuerpo presentaba un avanzado estado de putrefacción, por lo que aún no se ha podido comprobar su identidad de forma oficial. Se cree que llevaba muerto al menos cuatro o cinco días. No obstante, existen pocas dudas de que se trata de un hombre de nacionalidad marroquí de unos 55 años de edad, que llevaba residiendo en la isla bastantes años y que en los últimos tiempos se había instalado en esta caseta de obra.

Se trata de una caseta construida completamente con planchas metálicas, incluido el techo, que los trabajadores de esta obra del barrio de es Viver, que actualmente está paralizada, utilizaban para guardar herramientas y cambiarse. Una vecina de la avenida de Sant Jordi explicó ayer que el hombre acostumbraba a saltar la valla de la obra para pernoctar dentro de la caseta. «Allí el calor debía de ser insoportable, así que no me extraña que haya fallecido por las altas temperaturas», dijo la mujer.

Una trabajadora de una cafetería situada justo frente a la obra paralizada donde se encuentra la caseta dijo que conocía a este hombre de verle con cierta frecuencia. Dijo que era una persona amable que acostumbraba a pedir dinero por la zona.

Muchas horas en la calle

Muchas horas en la calle

El fallecido pasaba muchas horas en la calle y, por tanto, era un viejo conocido de los agentes de la Policía Local de Ibiza y del Cuerpo Nacional de Policía. Otro vecino que reside en la avenida de Sant Jordi, muy cerca de la obra, manifestó que era un hombre «muy tranquilo». «No me extraña que haya muerto, porque con el calor que hace esa caseta debía de ser un infierno», valoró. «Creo que a veces acudía a Cáritas, al comedor de Vila», añadió el vecino.

En el Ayuntamiento de Ibiza no hicieron ayer ningún comentario sobre la situación en la que se encontraba este hombre ya que aún no se ha podido confirmar su identidad. El cadáver fue hallado el jueves por la tarde después de que un vecino alertara del fuerte hedor que salía de detrás de la valla de la obra. Los primeros en llegar fueron los agentes de la una patrulla de la Policía Local de Ibiza, que descubrieron el cuerpo y avisaron al Cuerpo Nacional de Policía, cuya brigada de policía judicial se ha hecho cargo de la investigación. El vecino que alertó del fuerte olor a cadáver vive en la parte más alejada del punto de la obra donde se encuentra la caseta. Los trabajadores y clientes de la cafetería que se encuentra justo enfrente no advirtieron el hedor, señalaron ayer por la mañana.