La reforma del Club Náutico de Ibiza comenzará «como muy tarde, el año que viene», según anunciaron ayer el presidente y el comodoro de la entidad, Juan Marí y Damià Verdera, durante la rueda de prensa en la que celebraron que la Autoridad Portuaria de Balears (APB) haya renovado su concesión hasta 2047. «Empezaremos lo antes posible», afirmó un eufórico Marí, que detalló que los primeros trabajos que se abordarán serán los de la parte marina: «dragar y, luego, el muelle de ribera y los pantalanes flotantes». Marí recordó que, tras la reforma el club pasará de 298 amarres a 311.

De la misma manera, señaló que ahora que se ha confirmado que las instalaciones seguirán en manos de los socios, llevarán a cabo también una reforma de la parte social, es decir, del edificio del club. De momento, desconocen cuál será el coste total de las obras, ya que han pasado diez años desde que se redactó el proyecto, por lo que creen que el presupuesto definitivo será superior a los 7,5 millones previstos inicialmente.

Tanto ellos dos como Mariano Arabí, director del club, destacaron que la reforma reordenará los amarres para aumentar el número, pero sin consumir más espacio. De la misma manera, recalcaron que el club mantendrá la misma filosofía que desde su creación: con los mismos servicios a los socios, abierto a la sociedad de la isla y sin lujos. Además, adelantaron que el encargado del proyecto arquitectónico será «un gran arquitecto de renombre en la isla». A pesar de la insistencia de la prensa, los responsables del club se negaron, con una sonrisa misteriosa, a adelantar el nombre: «Ya lo presentaremos».

El director explicó que la reforma no modificará la eslora máxima permitida en el club: 15 metros. En este sentido, el presidente detalló que el 80% de las embarcaciones de los socios no superan, en estos momentos, los 12 metros.

Todos ellos hicieron hincapié en que se trata de un proyecto «básico», cuyo coste asumirán los socios de la entidad (que en estos momentos son unos 1.200) por que el club «tiene un carácter social y es una entidad sin ánimo de lucro». De hecho, el presidente reiteró que es precisamente esa parte social -«una labor que llevamos desempeñando desde hace más de 90 años»- la que más ha pesado a la hora de que la Autoridad Portuaria de Balears optara por el proyecto del Náutico de Ibiza.

El presidente confesó que en los últimos años ha estado «preocupadísimo» por el futuro del club y que, incluso, en algún momento llegó a pensar «que no había salida» y que, finalmente, la concesión se adjudicaría a una de las dos empresas con las que competían. De hecho, aseguró que el mismo miércoles por la tarde temía que alguna de ellas denunciara «un defecto de forma» y que volviera a paralizarse el proceso.

Marí agradeció el apoyo que ha recibido el club de todas las administraciones de la isla, así como de los clubes náuticos de toda España. En este sentido, el presidente quiso dejar claro que una de las empresas que aspiraban a la concesión, gestora del Club Náutico de Porto Colom, «no tiene nada que ver con el club, que nos ha mostrado su apoyo». El presidente invitó a toda la sociedad de la isla a la jornada de puertas abiertas y la fiesta de celebración que tienen previsto organizar el próximo 4 de agosto.