Las obras de construcción de la nueva depuradora de Vila podrían comenzar en octubre. El conseller balear de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, aseguró ayer en Ibiza que, pese a «las dificultades» que se han producido en la tramitación del proyecto (Sacyr, la empresa adjudicataria, presentó un proyecto con un coste superior al de la oferta que presentó en su día y que le valió para ganar la licitación), le «consta» que el Ministerio de Medio Ambiente está trabajando para «solucionarlo» y que «se ha avanzado».

Antoni Garcias, gerente de la Agencia Balear del Agua (Abaqua), dependiente de la conselleria de Medio Ambiente, aseguró que, según la información facilitada por técnicos del Ministerio, parece ser que «en agosto» se llevará a cabo el replanteo de las obras y que «en octubre podrían empezar». Según Garcias, Sacyr habría ajustado el proyecto a la oferta que presentó al concurso (24,3 millones de euros, una rebaja del 41% con respecto al presupuesto de salida).

Esta previsión (el inicio de las otras tras el verano) coincide, además, con la que la constructora ha comunicado al Consell, con el que, como propietario de los terrenos de sa Coma, donde se construirá la planta, mantiene contactos.

Vidal recordó que el Govern ya ha hecho «un esfuerzo muy importante» para ejecutar las obras del emisario que ahora sale al mar por es Botafoc y que «lo importante» es «el tratamiento», actualmente deficiente, del agua que se evacúa. «La depuradora es una necesidad desde hace años. Pedimos al Ministerio máxima celeridad», dijo.

La construcción de la planta se licitó en 2015, pero se adjudicó definitivamente en junio del año pasado. A esta demora, se le suma ahora otro retraso de medio año en la aprobación del proyecto, que, según el plazo de ejecución previsto en el pliego de condiciones, debía estar redactado en diciembre. Las obras de la depuradora se ejecutarán en dos años y medio.

Vidal y Garcias explicaron las últimas previsiones sobre la depuradora de Vila durante una visita a la de Cala Tarida, que desde el pasado 4 de julio ya está conectada a la red eléctrica. Esta planta se puso en marcha en noviembre de forma provisional con generadores eléctricos debido a las dificultades para lograr la autorización de Endesa para conectarla a la red.

Nueve años de retraso

La puesta en marcha de la planta acumula muchos años de retraso. El convenio para construirla se firmó hace 15 años. Las obras se iniciaron en julio de 2007, con un presupuesto de 3,4 millones y un plazo de ejecución de un año. Se paralizaron en 2008 y después de incorporar una serie de modificaciones y prórrogas del contrato, las obras se reanudaron en agosto de 2015 y finalizaron un año después. El alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas, lamentó que se han producido «demasiados retrasos y paros». «Hemos sido un poco lentos todos los gobiernos», reconoció.

La planta de Cala Tarida ahora ya funciona a «pleno rendimiento», según el Govern balear, aunque depura un caudal diario muy por debajo de su capacidad total. El conseller destacó que actualmente llegan a la planta 600 toneladas por día de aguas fecales, cuando las instalaciones están dimensionadas para asumir una carga de 3.500 toneladas en un solo día y dar servicio a una población de 17.500 personas.

El alcalde explicó que, además de dar servicio a Cala Tarida, la planta depuradora también tratará las aguas de parte de la urbanización de Cala Molí y Cala Corral, cuya población ha aumentado «mucho» en los últimos años. Además, está previsto que el Club Delfín también se conecte a la depuradora. Así lo ha impuesto el Consistorio, según Marí Ribas, en las licencias para la reforma del establecimiento hotelero que se ejecuta desde hace dos años.

Por su parte, la vicepresidenta primera del Consell, Viviana de Sans, aseguró ayer a través de una nota de prensa que «se está cumpliendo» el compromiso del actual gobierno de que esta sería «la legislatura del agua».