El vicepresidente y conseller de Turismo, Biel Barceló, destacó en el Parlament que la modificación de la Ley 8/2012 de Turismo de Balears fija un techo de plazas turísticas, tanto las de establecimientos hoteleros como de viviendas vacacionales, que se corresponde con las camas regularizadas.

A partir de ahora por cada plaza que se quiera dar de alta, se tendrá que formalizar la baja de otra, según Barceló. «No podremos crecer», apuntó el vicepresidente, que recordó que desde 1999, cuando se incorporó en la normativa turística el principio de intercambio de plazas, había habido numerosas excepciones: los hoteles de cinco estrellas, los de ciudad, los agroturismos, el alquiler turístico de viviendas... «Se podían dar de alta plazas de todas estas modalidades sin tramitar previamente la baja de otras. Esto se ha acabado», resaltó.

Ahora todas contabilizarán por igual. En el caso de Ibiza, el director insular de Turismo, Vicent Torres, Benet, calcula que «no se superarán las 100.000 plazas en total». Actualmente, la isla cuenta con 78.000 plazas hoteleras, explica Torres, a lo que hay que agregar 12.000 aproximadamente de viviendas vacacionales «legalizadas o pendientes de ello», más otras 9.000 de la bolsa de plazas que se pueden comprar.

La diputada de Gent per Formentera (GxF), Silvia Tur, y el de Podemos Salva Aguilera discreparon con Barceló sobre el hecho de que la nueva ley, en verdad, fije un techo de plazas, ya que la normativa especifica que los Planes de Intervención en el Ámbito Turístico (PIAT) o bien los Planes Insulares de Territorio (PTI) pueden «determinar también el límite máximo por isla de plazas en alojamientos turísticos y en viviendas residenciales susceptibles de ser comercializadas».

La nueva versión de la ley añade que hasta que no se fije esta cifra tope, ésta será el de las plazas legales existentes más las que integren las bolsas que gestionan los consells. El director insular de Turismo adelanta que en Ibiza no se superará la oferta reglada actual, pero que aún hay que decidir qué porcentaje de las plazas de la bolsa se podrándestinar a la oferta hotelera o a alquiler turístico.

Medida de decrecimiento

Por su parte, el vicepresidente del Govern también defendió en el Parlament que la ley turística también introduce medidas de «decrecimiento», ya que todas las plazas que se dieron de alta a partir de la normativa de 1999 a través de las excepciones citadas, en el momento que se den de baja no valdrán para crear otras nuevas.

Otro de los puntos destacados por Barceló es el incremento de las sanciones. En el caso de los propietarios que no hayan presentado la declaración responsable de inicio de actividad (DRIA) y alquilen viviendas vacacionales, se enfrentarán a una multa de entre 20.000 y 40.000 euros. El diputado de Podemos Salva Aguilera resaltó además que se puede evitar el pago del 80% del pago de la multa si se destina la vivienda afectada al alquiler social por un tiempo de tres años.

En el caso de las plataformas que comercialicen estancias vacacionales que no cumplan los requisitos que marca la ley podrán ser sancionadas con una cuantía de hasta 400.000 euros.

El incremento de los recursos humanos para «combatir con más eficacia la oferta ilegal» es otra de las cuestiones que Barceló destacó en su intervención.

También se establece que un propietario podrá alquilar un máximo de tres viviendas, al objeto de poner «un límite a los grandes poseedores y a la especulación».

La ley también prevé que los fondos de la ecotasa se puedan destinar a la rehabilitación de viviendas para alquiler social con criterios de eficiencia energética.

Además, quedan definitivamente derogados «los aspectos más desarrollistas de la ley aprobada por el PP en 2012 (la llamada ley Delgado): la construcción de nuevos hoteles en suelo rústico y campos de golf».