Unos 30 líderes indígenas americanos participan en la reunión de chamanes que este fin de semana se celebra en el Polvorín de Santa Gertrudis. El jueves por la noche, en la primera de las cuatro jornadas previstas, se llevaron a cabo algunas charlas, conferencias, ceremonias y talleres. En los próximos días se continuará con las conferencias y los talleres, pero también hay previstos bailes, juegos y rituales.

La conferencia que abrió la reunión corrió a cargo del escritor, filósofo y matemático estadounidense Charles Eisenstein, que habló sobre ecología y espiritualidad desde la perspectiva del mundo indígena, y de la necesidad del ser humano de integrarse con la naturaleza en un mundo, el actual, dominado por la tecnología. El jueves por la noche también se llevó a cabo un taller para ayudar a dejar de fumar dirigido a mujeres. Uno de los propietarios del Polvorín, Alejandro Lozano, explicó ayer que esta gran reunión de líderes espirituales indígenas está organizada por BOA Foundation ( www.theboafoundation.org), a la que han cedido las instalaciones para este fin.

En este encuentro internacional de líderes indígenas participan representantes de las tribus ashaninka, lakota, wixarika, huni kuin, yawanawa, dogon, arhuaco, kogi, shipibo, bwiti, hipi mayo yoreme, maori y maya. Entre los líderes indígenas presentes en la reunión destacan Duovico y Mamo Arhuaco de la Sierra Nevada de Colombia; Sabino Ixa Huni Kuin, de la selva del Amazonas; y Benki Piyaho, conocido Shaman y activista político representante de la tribu Ashaninka del Brasil y Perú. Según sus organizadores, el encuentro es uno de los más importantes entre líderes indígenas en el mundo, ya que cuenta con la presencia como conferenciantes de Jeremy Narby, Charles Eisenstein y Daniel Pinchbeck, autores mundialmente reconocidos en materia de culturas indígenas y comunidades alternativas.

El encuentro se financia únicamente, resaltó Lozano, con donaciones de miembros de la fundación y se celebra durante el día en la propiedad privada del Polvorín de Santa Gertrudis. «Hemos decidido cederlo para una causa en la que creemos», remarcó.

El Ayuntamiento de Santa Eulària, por su parte,realizó una inspección en el Polvorín y ordenó la suspensión del encuentro porque, según explicaron, carece de licencia. El jueves, informó el Ayuntamiento, la Policía Local constató que la reunión no se había cancelado y que empezaban los actos. Ayer por la tarde el Ayuntamiento informó de que presentarán una denuncia contra los responsables del Polvorín por un presunto delito de desobediencia. Además, añadió Santa Eulària, incluirá esta denuncia en el expediente por presuntas infracciones urbanísticas que el ayuntamiento abrió tras la inspección que realizaron los técnicos.

«Estamos sorprendidos con la visita del ayuntamiento y demás autoridades, ya que sentimos que han llegado con una predisposición hacia nosotros juzgando por sucesos anteriores totalmente ajenos a los objetivos de este encuentro, que es un ejemplos de vida al cual deberíamos dar la bienvenida», dijo Lozano al respecto.

«No es una fiesta»

«No es una fiesta»

«No estamos haciendo fiestas, ni eventos, tan solo estamos reunidos con los líderes espirituales de muchas naciones indígenas rezando, y reclamamos nuestro derecho a hacerlo sin sufrir ningún tipo de acoso», añadió.

El administrador del Polvorín decidió no solicitar permiso al Ayuntamiento para organizar este reunión de líderes espirituales porque considera que no lo necesita. «El derecho de reunión es un derecho fundamental reconocido por la Constitución», subrayó Lozano, que asegura que el Ayuntamiento no ha justificado la orden de suspender la reunión.

Acerca de la inspección municipal, también explicó que en el Polvorín hay «alquilados varios almacenes a artistas residentes de la isla». «A algunos de ellos les hemos permitido vivir en las habitaciones del edificio de residencia de suboficiales, la vivienda situada en la entrada de las instalaciones y la vivienda situada al lado de los barracones», señaló. En total hay 18 personas residiendo en el Polvorín, incluyendo varias familias con niños, manifestó. Todas estas personas son residentes en la isla que pierden el acceso a la vivienda en temporada turística, según Lozano. «Nuestra intención ha sido facilitar un espacio a un grupo de artistas y trabajadores de la isla y contribuir a aliviar la falta de acceso a vivienda que sufre la isla», concluyó.