El Consell, el grupo de Acción Local Leader y Ecofeixes presentaron ayer en la finca ecológica Cas Secorrat, en Buscastell, un proyecto piloto para recuperar y promocionar el meló eriçó, una variedad tradicional de Ibiza que corre el riesgo de desaparecer. Para dar a conocer este exquisito producto del campo ibicenco, ocho restaurantes lo incluirán en sus menús desde este sábado hasta el 15 de agosto.

«Este melón es brutal. Tengo mil ideas para incluirlo en nuestros platos, aunque creo que lo ideal es ofrecerlo tal cual es, sin prostituir su sabor», explicó el cocinero David Reartes, uno de los representantes de los restaurantes implicados en esta iniciativa para dar a conocer el meló eriçó. Reartes destacó su frescura y la calidad de este producto tan especial, cuya temporada acaba de empezar. La representante de Ecofeixes, Sonia Torres, solamente necesitó dos palabras para describir su sabor: «És mel!, expresó Torres tras probar una rodaja de los primeros melones de la cosecha de Toni Tur, el agricultor de esta finca de Buscastell.

Tur explicó que esta variedad, tan codiciada por los mayores y desconocida para la juventud, se siembra entre febrero y marzo y que necesita de menos agua que otros melones. «Al ser un producto de aquí, está adaptado al clima de la isla y se tiene que regar menos que otras clases», destacó Tur, que ha sembrado unas 200 plantas. «Su rendimiento es inferior a otras variedades de melón, pero espero que nazcan dos melones por cada una de ellas», expresó el joven agricultor. Asimismo, recordó que el meló eriçó solo se podrá disfrutar este mes y en agosto.

En cuanto a sus características, el agricultor lo describió como un melón «pequeño, chato, con un olor muy característico y un sabor muy dulce». «Todas las familias payesas lo sembraban en su finca, pero ahora se están perdiendo las semillas y este proyecto persigue recuperarlas», señaló Tur, que consideró «vital» evitar la desaparición de este producto.

Pese a que esta variedad de melón es más delicada y menos duradera que otras, Tur proporcionó una serie de trucos a Reartes para garantizar su conservación. «Al cocinero le interesan las condiciones exactas en las que le llegará el producto a la cocina. Por eso, aunque en la tierra ahora el melón está más duro lo cogemos ya para que llegue maduro a los restaurantes», apuntó el agricultor de la finca de Cas Secorrat y miembro de Ecofeixes.

Por su parte, el técnico de Promoción de Calidad Alimentaria del Consell, Josep Lluís Joan, afirmó que este melón cumple con todos los requisitos del sello Sabors d'Ibiza. «Es un producto con raíces y muy especial», sostuvo este profesional. Sin embargo, advirtió de que el paso previo a este sello es conocer la opinión de la alta gastronomía para saber cómo se puede integrar este producto y cómo distribuirlo.

Un año para el sello

Asimismo, insistió en que, en función de la aceptación de esta variedad tradicional por parte de los restauradores y de los comensales, se pondrá en marcha un sistema de homogeneización y producción. Aparte de Tur, sólo hay otro agricultor que cultive este alimento, por lo que la oferta es limitada.

Además, Joan recordó que el restaurador tiene que entender las limitaciones del meló eriçó: se tiene que comercializar muy rápido y es muy especial, no hay una producción estándar.

De hecho, su denominación ya es peculiar, ya que su nombre se debe a su parecido con el erizo de mar.

Por tanto, si el resultado de esta iniciativa es positiva, el año que viene el meló eriçó se incluirá en el sello Sabors d'Ibiza como las sandías las patatas rojas, que estrenaron esta denominación el pasado mes de junio.

No obstante, el conseller de Medio Ambiente del Consell, Miquel Vericad, que abrió la presentación, prefirió ser más cauto y explicó que hay que esperar a los resultados de este proyecto piloto.