No todos los empresarios pitiusos parecen tener tan claro como Abel Matutes Prats, director general de Palladium Hotel Group, que «o vamos hacia el turismo de lujo o moriremos». Juanjo Riera, presidente de la Federación Empresarial Hotelera de las Pitiusas, expone, al respecto, sus dudas: «Todo el mundo, toda la isla, se ha decantado por buscar un mercado de alto poder adquisitivo. Bien, vamos a ver si hay mercado para todos», apunta cuando se le pregunta por las causas de que las ventas vayan tan «lentas» para agosto.

A su juicio, hay «un cúmulo de circunstancias» que provocan esa ralentización de las ventas hoteleras de cara al principal mes de la temporada, como «el elevado precio de las habitaciones, que mucha gente acuda a la oferta ilegal» y, además, los efectos de la reconversión de la planta hotelera: «Se ha producido un profundo cambio en la hotelería de la isla: muchos alojamientos han pasado de tres a cuatro estrellas, a veces de tres a cinco o de cuatro a cinco estrellas. En Ibiza hay ahora mismo unos 14 hoteles de lujo. Y para 2018, otros dos o tres más. El pasado año no estaban abiertos el Nobu, que ha aportado 152 habitaciones más siete suites, ni el Montesol ni el Sir Joan?». Ni estaban disponibles las 39 nuevas suites del Catalonia.

«El techo lo decidirá el mercado»

«El techo lo decidirá el mercado»

«Tenemos ahora más hoteles de cuatro estrellas superiores y de cinco estrellas que nunca. Vamos a ver si hay demanda para todos. Yo no sé si la hay», deja caer Juanjo Riera. ¿Significa eso que se ha tocado el techo de plazas de alto poder adquisitivo en Ibiza? «Eso lo dirá el mercado», avisa. En declaraciones a este diario, Abel Matutes Prats negó rotundamente, sin embargo, que exista esa burbuja del lujo. Ni siquiera lo dudó: «Todavía hay crecimiento potencial en este sector», aseguró.

Riera advierte de uno de los problemas que acarrea ese tipo de turismo: «Hay pocas estancias en hoteles de cuatro y cinco estrellas que sean de cuatro y cinco días. Necesitas mucha más gente para llenar que cuando permanecían de siete a 14 días». En ese sentido, recuerda que cuanto mayor es la categoría del hotel, menor es la estancia media.

Coincide con él Vicent Torres, Benet, director insular de Turismo: «La estancia media ha bajado de una manera brutal. Eso provoca que pase cada vez más gente por el aeropuerto, de ahí los continuos récords. La misma cama, antes la ocupaba una persona durante tres semanas, y ahora durante ese tiempo pueden pasar por ella hasta 10 clientes».

Cada vez menos tiempo

Cada vez menos tiempo

La estancia media en los establecimientos reglados de las Pitiusas fue de 5,02 días en 2016, la más baja de la última década. Año tras año cae. La de los hoteles de cinco estrellas fue ese año de 2,82 días, 1,3 días menos que en 2015 (cuando fue de 4,13 días) y también la cifra más baja de los últimos diez años. La media de los alojamientos de cuatro estrellas fue de 5,35 días (prácticamente igual a la de 2015) y la de los de tres estrellas, de 5,94 jornadas (cuatro años antes era de 6,91 días).

La estancia media en mayo de 2017 (el último dato del que se dispone hasta hora) fue de 4,68 días, el más bajo del último trienio. Los clientes que ese mes se alojaron en un cinco estrellas fueron los que menos días pasaron en Ibiza: 3,26 jornadas de media, algo mejor que en ese mes de 2016. Pero permanecieron más tiempo los que optaron por establecimientos de cuatro estrellas (4,79 días) y tres estrellas (5,42).