Mientras el aeropuerto bate continuos récords de llegadas de turistas y las playas y carreteras se colapsan, muchos hoteleros de la isla se las ven y se las desean para completar sus aforos. Hay zonas de Ibiza en las que «para llenar en la primera semana de julio están ofreciendo descuentos de entre el 15 y el 20%», según advierte Juanjo Planells, presidente de la Asociación Hotelera Bahía de Sant Antoni, que ayer celebró su asamblea general.

Este fue, precisamente, uno de los temas sobre los que sus socios mostraron más preocupación durante la asamblea. Planells culpa de esa situación a los miles de pisos que se alquilan a turistas ilegalmente. Califica de preocupante que mientras Airbnb ha reducido un 25% la disponibilidad de sus estancias en Ibiza, haya establecimientos de la oferta reglada que para la primera semana de julio ya ofrezcan importantes descuentos en sus tarifas: «Y eso está sucediendo en la mejor temporada de la historia. ¿Qué ocurrirá cuando dentro de un par de años vuelvan a abrirse al mercado destinos como Túnez, Egipto o Turquía?», pregunta.

Planells recuerda que en la última década, la planta hotelera ha reducido su número de plazas, mientras han aumentado exponencialmente las de la oferta ilegal. Es, a su juicio, un problema que no solo afecta a los hoteleros, sino también a toda la sociedad: «Todos debemos pelear por acabar con este problema, todos los colectivos». Para los residentes, por ejemplo, se ha vuelto casi una misión imposible alquilar o adquirir alojamientos a precios razonables.

El presidente de los hoteleros de Sant Antoni reconoce «las buenas intenciones de la Administración local», pero avisa de que «debe pasar de las buenas palabras a las sanciones».