La impresionante velocidad de actuación de los medios aéreos y terrestres del Ibanat impidió la desgracia. Fueron tan rápidos que, en menos de media hora, el incendio ya estaba cercado. Sin embargo, a causa del fuerte viento que soplaba desde el suroeste, el temor de que las llamas rebrotaran hizo temer, durante horas, que el fuego volviera a causar una tragedia como la que en 2011 asoló el valle de Morna.

«El fuego ha comenzado justo aquí», dijo Ivaylo Naumov, un búlgaro que reside en la casa de una finca que hay al borde la carretera que discurre paralela a las montañas de Morna y junto a es Pla d’Atzaró, y que refrescó la zona a base de cubos de agua. Todo hace pensar que el origen del incendio pudo ser un cigarrillo arrojado desde un vehículo, ya que el fuego comenzó en el mismo borde de la calzada.

Rápidamente, el viento empujó las llamas a través de la finca de Naumov, un terreno agrícola que quedó arrasado, si bien los árboles, algarrobos en su mayor parte, sobrevivieron todos. La finca linda con la carretera y con es Camí de Morna, perpendicular a la vía principal. Los laterales de este camino vecinal prendieron con fuerza. Allí, sobre terreno agrícola y forestal, realizaron numerosas descargas un helicóptero y el air tractor anfibio, el ‘zapatones’, que consigue una gran rapidez de actuación porque puede cargar en el mar. En poco tiempo las llamas fueron cediendo a las descargas de las aeronaves. Mientras, en tierra, el personal del Ibanat fue acorralando el fuego.

Las llamas también alcanzaron a un almacén de la empresa Construcciones Morna, informaron desde el Ayuntamiento de Santa Eulària. Allí tuvieron que centrar su trabajo los bomberos del Consell de Ibiza.

Al lugar del suceso acudieron nueve bomberos en tres vehículos. El Ibanat desplazó 15 agentes, apoyados desde el aire por el hidroavión y el helicóptero. También acudieron dos agentes de la conselleria de Medio Ambiente y un técnico de Emergencias.

Varias patrullas de agentes de la Policía Local de Santa Eulària y de la Guardia Civil se encargaron de controlar el tráfico. Algunos de los vecinos de la zona no pudieron evitar recordar el incendio de 2011, que arrasó 1.443 hectáreas de bosque.