La Policía Local de Sant Antoni detuvo ayer, en torno a las 23.30 horas, a un varón, mayor de edad, por un presunto delito de abusos sexuales. Mientras patrullaban por el paseo de s'Arenal los agentes fueron requeridos por empleados de un local de ocio que tenían retenida a una persona que podría haber realizado tocamientos y abusado de una clienta de este establecimiento que se encontraba en estado de embriguez.

Diversos testigos informaron de que este hombre había sido visto en un banco del paseo aprovechándose del estado de inconsciencia de una joven turista. Uno de los testigos manifestó haber observado como el hombre cogía la cabeza de la joven y la acercaba a sus genitales. La víctima, de 23 años, no recordaba lo sucedido. Fue trasladada al centro de salud de Sant Antoni y manifestó su voluntad de denunciar lo ocurrido, informa el Ayuntamiento.

El agresor se negó a identificarse y afirmó que abandonaba la isla al día siguiente, por lo que los agentes procedieron a su detención como presunto autor de un delito de abusos sexuales.

Alcoholemias penales

Alcoholemias penalesPor otra parte, la Policía Local ha acudido este fin de semana a dos accidentes de tráfico con resultado de alcoholemia penal. El primero se registró a las 5 de la madrugada del día 24. Los agentes localizaron en la rotonda entre la C-731 y la E-30 un vehículo que se había salido de la carretera y había quedado sobre el guardarrail. A pesar de no tratarse de una vía urbana, los policías identificaron a la conductora que dio positivo en las pruebas de alcoholemia (0,70 mg/l) y fue trasladada a dependencias policiales para realizar el atestado por un delito contra la seguridad vial.

Anoche, en torno a las 23.50 horas, se recibió aviso de un segundo accidente en el que la conductora había colisionado contra otro vehículo mientras intentaba estacionar. La mujer alcanzo 0,72 mg/l en el test de alcoholemia, por lo que se realizó un atestado por delito contra la seguridad vial. Sin embargo, a las 6 de la mañana esta persona se ha presentado en dependencias policiales reclamando que se le devolviera su vehículo. La mujer conducía otro coche y presentaba síntomas de estar todavía bajo los efectos de bebidas alcohólicas. La conductora se ha negado a realizarse de nuevo el test de alcoholemia por lo que se han instruido diligencias por otros dos delitos contra la seguridad vial: conducir bajo los efectos del alcohol y negarse a realizar las pruebas. El segundo vehículo ha sido también retirado por el servicio de grúa.