«Suerte tendremos si la desaladora de Santa Eulària comienza a funcionar a mitad del verano», exclamaba ayer Mariano Juan, edil de Urbanismo y Actividades. Si el gerente de la Agencia Balear del Agua (Abaqua), Antoni Garcias, afirmaba en enero que el núcleo de la Villa del Río ya recibiría agua desalada en marzo y que en julio se completaría la interconexión con el resto de potabilizadoras de la isla, todas esas previsiones han quedado en saco roto: ya no hay fechas, según Juan, y a lo sumo la instalación podría empezar a operar en agosto. Con «suerte».

«En Abaqua -apunta el concejal- ya no dan fechas para concluir la conexión ni para que la desaladora entre en funcionamiento. La última vez que nos dijeron algo fue que empezaría a mitad del verano. Pero no tenemos siquiera garantía de que eso será así». Abaqua acumula, según el edil, retrasos en varias obras: «Ahora está ejecutando la impulsión, la infraestructura que les queda por hacer para conectar el depósito grande que hay detrás de Can Guasch con el anillo de las desaladoras de la isla. Han tenido allí diversos problemas». Por ejemplo, Abaqua quería arrancar un pino centenario cuya propietaria se opuso: «Medió el Consistorio y al final se ha conseguido una servidumbre de paso para que transcurra por dentro de su casa sin tocarlo». Pero no ha sido el único: «Se han topado con otro obstáculo: querían crear un arquetón (agujero donde va todo el sistema de impulsión) dentro de la carretera de Can Guasch, pero al pasar el georradar se han dado cuenta de que no cabe porque justo por ahí pasan tuberías y de todo».

«Garantías de plazo, ninguna»

Respecto a la conexión que debía hacer el Govern para unir el depósito con el pueblo de Santa Eulària y Roca Llisa, « hay una parte municipal» que el Consistorio ya ha concluido: «Y estamos haciendo las pruebas de presión en la arteria de Roca Llisa, que lleva construida 10 años porque pensábamos que la desaladora funcionaría antes». Llevan un par de semanas en pruebas.

Falta otra obra por acabar: «El Govern debe crear aún una especie de depósito pequeño para llevar agua desalada hasta la arteria norte que ha construido el Consistorio». Y en esas circunstancias, «garantías de plazos, no dan ninguna».

A 1,25 euros

Pero a esos retrasos se suma otro roce con el Govern por el agua desalada, según apuntó ayer Pedro Juan, edil de Hacienda, durante el pleno ordinario: el precio que Abaqua quiere imponer. «Nos han dicho que el precio será 1,25 euros el metro cúbico en alta. En Ibiza lo tienen a 1,12 euros. Todos los ayuntamientos están muy preocupados con este tema. Hay que abrir este melón: ¿por qué cada uno ha de aplicar tarifas diferentes?», se preguntaba ayer Juan tras el pleno. «El problema -añade- es que hay muy poca transparencia por parte de Abaqua, que en la negociación deja muy poco margen. Se deberían estudiar los costes, deberían dejarnos ver eso para que supiéramos qué es lo que pagamos».

Juan arguye que el coste de producción de la nueva desaladora, debería ser «mucho más bajo» por ser nueva y más eficiente: «Eso debería influir en el descenso de las tarifas». Más cuando «todas las inversiones de alta que se están haciendo las está pagando el Ayuntamiento, como una línea en alta hasta es Figueral y otra en Roca Llisa», algo que «en Mallorca paga el Govern».