La pequeña estrella de capitán mide menos de un centímetro y medio, así que es una de las maravillas del Mediterráneo, mar del cual es endémica, que sólo se encuentra si se inspecciona bien su hábitat, si se recorre con ojos de buscador de tesoros. Es en las praderas de Posidonia oceanica donde puede hallarse este curioso asteroideo, ascendiendo por las hojas desde los rizomas, preferentemente de noche, para alimentarse de diminutos moluscos y otros microorganismos. Su aspecto de estrella pentagonal, su tamaño y la referencia militar de su nombre convierten a este equinodermo en una condecoración sobre la posidonia, la que merece por seguir luchando para sobrevivir en 'tiempos de guerra' en los que las amenazas por el fondeo incontrolado, los vertidos y el calentamiento de las aguas se intensifican.

La estrella de la posidonia, Asterina pancerii, es una especie protegida, incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas y también en el de Balears. De hecho, sólo hay tres equinodermos en el listado balear, los tres en el apartado de especies silvestres en régimen de protección especial (junto a A. pancerii, se han catalogado el erizo de púas largas, Centrostephanus longispinus, y la estrella púrpura, Ophidiaster ophidianus).

La protección, sin embargo, no se justifica con datos sobre las poblaciones, porque lo cierto es que poco se conoce de la situación de la pequeña estrella de capitán, tanto por la dificultad que implica encontrar un animal de tal tamaño como por el hecho de que las investigaciones suelen dar prioridad a especies de interés pesquero. Los invertebrados, que representan más del 90 por ciento de la fauna marina, suelen ser seres desconocidos, exceptuando quizás algunos moluscos y crustáceos, los que son comestibles o especies emblemáticas y bioindicadores (como es el caso de la nacra Pinna nobilis). En cualquier caso, Asterina pancerii es una especie rara, que no se encuentra a diario aunque uno la esté buscando con denuedo, y que forma parte de un hábitat en peligro, lo que explica su especial protección.

Fue citada por primera vez en aguas pitiusas hace treinta años, algo más de un siglo después de ser descubierta, y ha sido vista tanto en Ibiza como en Formentera, según datos recogidos por la Societat d'Història Natural de les Balears en su boletín de 1997. Puede encontrarse a muy poca profundidad y hasta los 30 metros, donde ya desaparecen la luz y las praderas de posidonia, aunque se considera que también habita fondos de hasta 50 metros. En el Mediterráneo occidental se conocen tres estrellas del género Asterina, todas muy similares: A. pancerii, A. gibbosa (cuyo tamaño puede alcanzar los cinco centímetros) y A. phylactica. La tercera de ellas está citada en Mallorca y fue observada en 1989 en la bahía de Palma. Las tres variedades han sido citadas en Balears, donde se conoce la presencia de menos de un centenar de especies de equinodermos, grupo que incluye estrellas, erizos, holoturias, ofiuras y lirios de mar.

En primavera, las estrellas de capitán están protegiendo unos huevos de los que, a principios de verano, surgirán minúsculas estrellitas que crecerán con una coloración variable de puntos rojos, verdosos, blancos y amarillos para condecorar las hojas de Posidonia oceanica.