Podemos aboga por la implantación de nuevos «impuestos verdes» que recaerían principalmente sobre los turistas y que se destinarían directamente a paliar los efectos medioambientales de la presión sobre el territorio y los recursos.

La portavoz parlamentaria de Podemos, Laura Camargo, explicó ayer que uno de los puntos de la moción de su grupo que se debatirá mañana en el pleno del Parlament aboga tanto por el incremento del impuesto sobre pernoctaciones implantado el año pasado como por el establecimiento de nuevos tributos medioambientales finalistas que abonarían mayoritariamente los visitantes.

Camargo recordó que para su partido el impuesto turístico no era una verdadera ecotasa y por eso la llamó con ironía «ecocaja», ya que se creó «para tapar agujeros» presupuestarios.

Por ello considera que el Govern debe avanzar en la vía de la fiscalidad medioambiental recogida en el pacto de gobernabilidad y crear nuevas figuras impositivas finalistas como un impuesto sobre los coches de alquiler.

La moción que defenderá hoy Podemos también aboga por la fijación de un «techo real» de plazas turísticas que considere tanto las hoteleras como las de las viviendas de alquiler vacacional y pide que esta modalidad de negocio turístico se restrinja mediante una moratoria en toda la isla de Ibiza y en el centro de Palma, que es donde está generando más problemas.

En una rueda de prensa posterior el diputado de MÉS per Mallorca Antoni Reus señaló que su grupo votará a favor del incremento del impuesto sobre estancias turísticas.

El vicepresidente del Govern, Biel Barceló, aseguró que el Govern no se plantea revisar o modificar en ningún sentido el impuesto sobre las estancias turísticas al menos hasta que se haya cobrado durante un ejercicio completo, 2017, y no lo hará hasta que se elaboren los presupuestos para 2018.

Ante la moción presentada por Podemos, que se debatirá mañana en el Parlament balear sobre el turismo sostenible en la que se plantea instar al Govern a incrementar el impuesto sobre pernoctaciones instaurado el año pasado, Barceló aseguró que dicha tasa «tiene unas cifra que no se tocarán en todo el año porque están aprobadas en los Presupuestos».

Señaló que de cara a la tramitación de los presupuestos de la comunidad para 2018, «se podrá revisar no solo el impuesto turístico sino cualquier cuestión que tenga incidencia económica», declaró. «Siempre hablamos de poder tener un año entero, que será 2017, para ver cómo ha funcionado, cuáles han sido sus implicaciones sociales y económicas y cómo se ha desarrollado», dijo.