Airbnb, la multinacional que está acaparando gran parte de la intermediación en el alquiler de pisos y casas turísticas en las islas, aumentó su actividad en Ibiza y Formentera en un 65% en 2016 respecto a 2015, según dio a conocer ayer la propia empresa a través de un informe.

Durante el último ejercicio, un total de 158.000 personas usaron Airbnb para alojarse en las Pitiusas, gracias a los 6.300 anuncios insertados desde aquí en esta plataforma digital.

Airbnb afirma que más del 70% de los anfitriones -o sea, anunciantes, independientemente de que sean los propietarios o no- tienen un único listing en este portal. Cada una de estos listings representa, como máximo, un alojamiento (casa, piso o habitación), que a veces pueden estar repetidos, aclaró una portavoz de la empresa.

10.000 euros

Sólo en la ciudad de Ibiza, había a finales de 2016 un total de 2.000 anuncios. El anfitrión medio en Ibiza tiene 40 años y gana unos 10.000 euros «por compartir su hogar», según una nota de prensa que acompaña el informe. En cambio, fuera de la ciudad, el anfitrión medio gana 7.500 euros alojando a viajeros durante 38 noches al año.

Los anunciantes pertenecientes al conjunto de Ibiza y Formentera ganaron 42 millones de euros, según el estudio.

La multinacional aprovecha para recordar la gran cantidad de pisos vacíos que hay en la isla. Ya en un anterior comunicado Airbnb afirmó que el problema de la vivienda en Ibiza y Formentera reside en este hecho, más que en su actividad de alquiler.

La ciudad de Ibiza «tiene actualmente 23.732 unidades de vivienda y 4.000 viviendas vacías (el 8% del total)». «Hay casi más viviendas vacías en la ciudad de Ibiza que anuncios de Airbnb en el resto de la isla», añade.

La estancia media en estos alojamientos se reduce a muy pocos días. En la ciudad «sólo 167 casas enteras se alquilan durante más de 120 noches».

El comunicado emitido ayer por la compañía no alude en ningún momento a la legalidad de sus operaciones -el alquiler de pisos a turistas está prohibido en Balears-, sino que recalca el «fuerte impacto económico» que tiene en las islas. Según sus propios cálculos, «la actividad económica que generó Airbnb en Balears en 2016 ascendió a 551 millones de euros, de los que 115 corresponden a los que ingresaron los anfitriones [anunciantes] de las islas, al alojar a 590.000 visitantes». «El resto es la estimación del gasto que realizaron en el destino», añade Airbnb para justificar el desfase entre las cifras. «Por ejemplo, si un anfitrión gana 100 euros alojando a viajeros y un huésped gasta 250 euros durante su estancia, la actividad económica sería de 350 euros. El gasto de los huéspedes se estima en base a encuestas internas realizadas entre los usuarios», añade el comunicado.