Dos años y medio después de que se aprobara la resolución del contrato de la constructora del auditorio de es Caló de s'Oli, en Cala de Bou, el Ayuntamiento de Sant Josep aprobó ayer en el pleno, con el único voto favorable del PSOE y la abstención del resto de grupos de la oposición, incorporar al presupuesto de este año una partida de 2,8 millones de euros para reactivar el proyecto.

En concreto, el Consistorio recupera del remanente del presupuesto del año pasado los 2,8 millones otorgados en 2010 por el Fondo Financiero del Estado para la Modernización de las Infraestructuras Turísticas (Fomit) para la ejecución de esta obra. La primera teniente de alcalde, Paquita Ribas, explicó que el arquitecto ya ha presentado el nuevo proyecto y, con la incorporación de la partida económica, las obras se pueden sacar ya a contratación.

De no seguir adelante con las obras, el Consistorio debería devolver este dinero «más intereses», según advirtió Ribas, quien indicó que el Consistorio deberá aportar aún más financiación.

Con un plazo de ejecución de 12 meses, la idea del equipo de gobierno es que las obras se retomen en octubre. El Ayuntamiento cuenta con una prórroga del Govern balear para la ejecución y justificación de esta inversión hasta enero de 2020.

La Unión Temporal de Empresas formada por Empresas Vicente Guasch i Cardona S.A. y SICE inició las obras en noviembre de 2013. A finales de junio de 2014, ocho meses después, aún faltaba por certificar el 90% de la obra.En septiembre de ese año, el auditorio debía estar acabado. La constructora sólo edificó la estructura y levantó parte de las columnas de la primera planta, según Ribas.

El Consell Consultiu avaló la rescisión del contrato con la constructora por su inactividad, pero esta recurrió en los juzgados. Aún no se ha resuelto el contencioso administrativo, lo cual no supone ningún problema para que el Consistorio adjudique la finalización de las obras a otra empresa.

Obras en zonas turísticas

Obras en zonas turísticas

Por otra parte, el concejal del PP Javier Marí criticó «la falta de planificación» del equipo de gobierno en una moción de control sobre las obras municipales en zonas turísticas, en referencia a la sustitución de las canalizaciones de agua de la avenida de Sant Agustí y del nuevo acceso a Cala Vedella. El segundo teniente de alcalde, Ángel Luis Guerrero, reconoció que actualmente el tráfico de la avenida de Sant Agustí está «colapsado» al actuar en la zona del torrente, «la parte más complicada», pero explicó que a finales de mayo se prevé intervenir «fuera del asfalto». También dijo que las obras de Cala Vedella se paralizarán antes de que acabe mayo para no perjudicar a la actividad turística.

Sin embargo, el edil del PP le echó en cara que eso no es lo que se dijo a los vecinos y comerciantes de esta zona turística en la reunión que mantuvieron para informar de las obras. Marí criticó que las obras de la canalización de la avenida de Sant Agustí podrían haber empezado mucho antes y no en febrero (tienen un plazo de seis meses) y preguntó al segundo teniente de alcalde si era «consciente» de que «el municipio vive del turismo».

«Marzo no es agosto, aunque lo parezca», le respondió Guerrero. «Parece que le molesta que hagamos obras. Por supuesto que sabemos que vivimos del turismo. Ahora son más importantes las tuberías. Ustedes prefieren perder el 70% del agua que molestar a los turistas. Molestias tenemos que soportarlas todos. Si sigue cabreándose porque hacemos obras, va a acabar histérico», sentenció.