El centro de salud de Santa Eulària ha llegado a acumular en algunos momentos hasta un mes de retraso para la realización de los análisis de sangre ordinarios debido, según un portavoz del área de Salud, a la acumulación de las pruebas de control que se llevan a cabo durante el primer trimestre del año.

El citado portavoz aseguró que la espera para una analítica no preferente estaba el pasado jueves en 12 días, si bien hay pacientes que aseguran que pidieron cita a principios de febrero y que les dieron para un mes más tarde.

«Esta suele ser una circunstancia que se da año tras año; en el primer trimestre se acumulan las peticiones de analíticas de control, rutinarias, sobre todo de enfermos crónicos», dice el citado portavoz, quien agrega que la mayor demanda está relacionada con las circunstancias «personales y laborales» de la población que reside en el municipio.

Y es que, explica, se trata de una población «con bastante empleo dedicado al sector servicios» que a partir de marzo o abril empieza a incorporarse a sus puestos de trabajo y «aprovechan» ese primer trimestre para hacerse las analíticas de control que el médico de Atención Primaria les indica que se hagan una vez al año, pero en las fechas que ellos prefieran.

En este sentido, puntualiza que esta situación no afecta a las pruebas urgentes, que se realizan siempre atendiendo a la necesidad del paciente. Es el caso de las analíticas para una intervención quirúrgica, las que se realizan antes de una cita con el anestesista, aquellas que tienen algún estudio pendiente o las que encarga el especialista con una fecha ya prevista para otra cita.

«Estas no tienen demora alguna. Se hacen en virtud de la necesidad que haya», insiste y apostilla que, en ningún caso, esperar un mes para una prueba se considera un «retraso» pues si el facultativo que la pide no lo hace de forma preferente o urgente, no hay un plazo para llevarla a cabo. Agrega que, además, las de control hay un año para hacerlas.

Dado que esta situación es conocida de otros años, desde el pasado mes de febrero el área de Salud aumentó el personal dedicado a realizar las extracciones. Así, si habitualmente son tres profesionales de Enfermería haciendo analíticas entre las 8 horas y las 9.15 horas, desde entonces trabajan cinco entre lunes y miércoles y seis de jueves a viernes. «Se duplica el personal destinado a hacer extracciones durante esos meses que hay mayor demanda», señala y agrega que se trata de profesionales del mismo centro de salud que se reubica.

Este refuerzo se mantendrá hasta que la situación se normalice. En este sentido, las fuentes consultadas apuntaron a que «lo normal, lo habitual» una vez que pasan estas fechas es que se tarde «una semana o así» en tener cita para realizar un analítica no preferente.

En Santa Eulària y Sant Antoni

Según el citado portavoz, la acumulación de pruebas en el primer trimestre del año es «más habitual» en Santa Eulària y Sant Antoni «por el perfil de usuario que vive en estas poblaciones y que está más relacionado laboralmente con el sector servicios y la temporada turística».

Cada día en el centro de salud de Santa Eulària, que atiende «a una población de cerca de 30.000 tarjetas sanitarias», se realizan «entre 70 y 90 extracciones de sangre».

Sin embargo, de las extracciones programadas hay «entre 10 y 20» que no se hacen porque el paciente no se presenta. «Eso trastoca la programación porque quien tenía que hacerse la analítica no es que ya no venga [el día que le toca], sino que vendrá al día siguiente sin estar programado», resalta.