Pasadas las 11:30 de la mañana, quienes estaban disfrutando de un soleado día en la playa de s'Aigua Blanca (Santa Eulària) se encontraron con la desagradable sorpresa de ver un gran ejemplar de tortuga Caretta caretta y arrastrada a la orilla por las olas y con un sedal con anzuelo enganchado en una de sus patas.

Román Gómez y Adrián Pop son dos de las personas que estaban en ese momento en la playa y que decidieron sacar al animal fallecido del mar para dejarlo en un varadero.

La tortuga tuvo que ser trasladada por ambos ya que sus dimensiones: un metro y pico de largo y entre 70 y 80 kilos de peso, dificultaban el traslado por parte de una sola persona.

Desgraciadamente, cada vez es más habitual encontrar tortugas muertas o malheridas a consecuencia de que ingieren plásticos (que el ser humano tira al mar) o por engancharse en anzuelos sueltos.

Es importante saber que cuando se encuentra una tortuga malherida lo único que hay que hacer es llamar al 112 y desde el servicio de emergencias contactan con los agentes de Medio Ambiente del Govern y con el CREM. No hay que tocar al animal ni tampoco cortar los plásticos o el material con el que se haya enganchado porque se corre el riesgo de matarla.