Las pertenencias de J. C. N. V. fueron reducidas a escombros tras el fuego provocado en el piso en el que vivía por su casera, M. T. M. R., de 49 años, ayer. «Lo hemos perdido todo en el incendio y no tenemos dónde ir», afirmó ayer por la mañana este afectado, mientras recogía los pocos objetos que se habían salvado de las llamas. Con él estaban su pareja, conmocionada por lo ocurrido, y su compañero de piso. No se podían creer lo ocurrido, parecía una pesadilla de la que aún no habían despertado.

Tras el fuego prendido en esta vivienda, ubicada en la segunda planta de un edificio en el número 49 de la avenida de Sant Jordi, los muebles, electrodomésticos y paredes se habían teñido de color negro. J. C. N. V. y el resto de afectados por el incendio se instalaron en el piso, de tres habitaciones, en febrero. Su arrendadora les ofreció un alquiler para todo el año y ellos lo aceptaron. Sin embargo, los problemas aparecieron hace dos semanas, cuando la casera se presentó en el piso. «Nos dijo que no tenía adónde ir, que iba a vivir allí con nosotros y que a mí me iba a subir el alquiler a 1.000 euros y a mi compañero le quería cobrar 700 euros», aseguró uno de los inquilinos, fotógrafo de formación, pero en Ibiza trabaja en la hostelería desde hace tres años.

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Incendio en una vivienda en Vila

Desde ese día, la vida de estos tres jóvenes de Granada se convirtió en un infierno. Cada día la casera, cuyo piso está embargado por el banco, según los inquilinos, les amenazaba. Hartos de esta situación, la denunciaron y el pasado jueves fue arrestada por la Policía Nacional tras ser denunciada por coacciones. El viernes regresó al piso de la avenida de Sant Josep y volvió a amenazarles. Hartos de esta situación, los tres inquilinos regresaron la tarde de ese mismo día a la comisaría para interponer otra denuncia. Mientras eran atendidos por los agentes, escucharon el aviso de que se había originado un incendio en su piso. «Lo ha provocado ella. Prendió fuego en varios sitios del piso y cerró las ventanas», explicaron los afectados, cuyo caso está en manos de un abogado de oficio.

Sin casa y sin nada

Sin casa y sin nadaUn ordenador, una cámara go pro, una cámara de fotos y ropa son los artículos que han podido rescatar de entre las cenizas. «Se han quemado muchos papeles, como nóminas, y, todos nuestros recuerdos. Hay cosas cuyo valor no se puede calcular», expresó el otro afectado, que en apenas unas horas tenía una entrevista de trabajo. Al mediodía, los tres ya habían llenado el maletero de su coche con las pertenencias salvadas del fuego. Durante unos días dormirán en el comedor del jefe de J. C. N. V. «Esperamos encontrar algo pronto», afirmaron.

Los vecinos del resto de viviendas se reunieron en el pasillo de la segunda planta. Todos coincidieron en que esta desgracia «se veía venir». «Todos la hemos denunciado porque ea muy problemática. Yo también estoy amenazado de muerte. No queremos que vuelva», concluyó el presidente de la comunidad, José Luis Alcoba