El Govern balear ha desplazado esta mañana a Ibiza a tres de sus consellers (el de Turismo, Biel Barceló; la de Hacienda, Cati Cladera, y el de Medio Ambiente, Vicenç Vidal) para dar mayor realce al inicio de las obras del último tramo de interconexión de las desaladoras de la isla. Todos ellos, junto con el alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, y el presidente del Consell, Vicent Torres, han anunciado que esta localidad y sus principales núcleos costeros, como Roca Llisa, recibirán ya este verano agua desalada de calidad, poniendo así fin a un largo historial de retrasos y demoras.

Durante la rueda de prensa, los consellers del Govern han justificado otra vez que se haya incluido como inversión de la ecotasa esta obra, pese a que ya había sido aprobada anteriormente e iba a financiarse a través de los presupuestos de la Comunitat Autònoma. El conseller de Turismo también ha justificado que ningún proyecto presentado por los ayuntamientos pitiusos haya sido aceptado por la comisión de la ecotasa diciendo que el proyecto de la desaladora "es de interés general para todos los municipios de la isla, que se beneficiarán de él".

El conseller de Medio Ambiente, por su parte, ha continuado sin definirse sobre la creación de la Reserva Natural de Tagomago que piden todos los partidos políticos ibicencos, y tampoco se ha comprometido con la reserva marina para el Noreste de la isla que piden Consell y pescadores. A su juicio, su actual condición de Lugar de Interés Comunitario (LIC) ya preserva ese tramo marino adecuadamente.