Los empresarios lo confirman: la temporada de 2016 «fue más que buena, de las mejores» que se han vivido en las Pitiusas, según aseguró ayer el presidente de la Pimeef, Alfonso Rojo, en la presentación de la encuesta anual de actividad de esta patronal. El año pasado fue «excelente» para los empresarios porque al 60% les fue bien o muy bien, «el mejor registro histórico» desde que se hace la encuesta, según la secretaria general de Pimeef, María Ángeles Marí.

Pero además, ese optimismo «se mantiene de cara a 2017», valoró Rojo, que cree que ése es el combustible que necesitan los empresarios para afrontar nuevas inversiones y mantener la competitividad en un destino como Ibiza. De hecho, el presidente de la pequeña y mediana empresa sacó pecho con el dato de que el 70% de los 261 encuestados han hecho mejoras en sus negocios este año.

Ello indica que ha arraigado la idea de que «que las cosas vayan bien no es gratuito», y que la patronal pitiusa ha aprendido la lección. El 43,8% de los encuestados reformaron sus negocios en 2016 y vieron aumentar sus ingresos, aunque a otro 21,2% no les ha variado la cuenta de resultados a pesar de que también mejoró su empresa.

Intrusos a sus anchas

También apuntó el empresario a las amenazas para esta bonanza, sobre todo al «intrusismo» en varios sectores, con el desembarco de «piratas» que se produce «cada temporada» y que «mina la moral y complica la subsistencia» de los empresarios que se esfuerzan y trabajan todo el año en la isla.

Rojo apuntó como graves amenazas para sus socios la irrupción de las grandes superficies, pero también cada vez más el crecimiento «disparado, con una oferta brutal» de la venta on line, que provoca «un empobrecimiento grande» sobre todo a los comerciantes.

De hecho, a la hora de señalar los factores que más afectan a sus negocios, los empresarios señalan en primer lugar a la competencia desleal (47,5%) que afecta de algún modo al 94% de ellos y contra la que casi de forma unánime consideran que «no se adoptan medidas suficientes» desde la Administración, según señaló Marí.

Una pista del impacto que está teniendo este fenómeno la da la diferencia de resultados entre los detallistas, que mejoraron ventas en un 44,6% de negocios, y el sector de la hostelería y la restauración, donde la bonanza aumentó para el 65% de los empresarios.

El comercio pierde ingresos

Marí indicó que el del comercio es el único sector donde ha crecido, del 6,2% de 2015 al 21% de este año, el porcentaje de empresarios que declaran menos ingresos que el año anterior. Esto ilustra perfectamente, indicó, que el aumento de visitantes no significa más ingresos para todos: «Al turista no le queda más remedio que comer en el destino», señaló Rojo.

Otro motivo para el orgullo, según Rojo, es que un 97% de los patronos se muestran dispuestos «a mantener (62,9%) o aumentar (33,9%) su plantilla», con lo que se refuerza su convicción de que la pequeña y mediana empresa es la que «mantiene el nivel social» de las Pitiusas y que de ella depende la riqueza y buena parte del empleo que se genera.

Problemas para contratar

De todos modos, los empresarios se quejan de los altos costes de contratación del personal y también de las dificultades para encontrar profesionales cualificados. Tanto es así que el 63% dice haber tenido problemas para ampliar su plantilla, bien por falta de formación o bien por falta de candidatos.

Y ello tiene que ver también con la falta de viviendas de alquiler. El 78% se oponen a la comercialización turística de pisos en edificios plurifamiliares, algo por lo que se les pregunta por primera vez, y también coinciden mayoritariamente en que la isla está saturada en julio y agosto, y para el 55% de ellos la situación llega a ser «bastante agobiante». Por ello, un porcentaje similar pide medidas para controlar la llegada de turistas. Principalmente abogan por eliminar las plazas ilegales, aunque también se plantean medidas como restringir los coches de alquiler o las entradas en los puertos.

Rojo también incluyó entre los principales lastres para sus socios el coste de la insularidad, que merma la competitividad «para el 90% de empresas», por lo que se alinean con las administraciones insulares en la reclamación de «una financiación justa».

Pero los encuestados también son críticos con la gestión pública y sólo aprueban al Consell de Formentera y los ayuntamientos de Santa Eulària y Sant Joan. Por contra, hay críticas a la falta de aparcamiento y el impacto de las obras públicas y el estado de las playas cosecha su primer suspenso.