La jueza del Juzgado de lo Penal número 2 de Ibiza, Martina Rodríguez, ha absuelto a un hombre de los delitos de malos tratos y quebrantamiento de orden de alejamiento después de que, en el juicio, la denunciante no ratificara las acusaciones iniciales y admitiera que «actuó por despecho porque le dijeron que el acusado estaba contra chica», según explica la sentencia.

Sobre el denunciado pesa una sentencia previa por violencia sobre la mujer que incluye una orden de alejamiento. El 20 de diciembre del año pasado la joven, que es menor de edad, presentó una denuncia en la que decía que su expareja se le acercó por detrás cuando estaba en una parada de autobús y le tiró del pelo y la insultó, algo que según la jueza «no ha quedado acreditado».

En el juicio la joven no ratificó el relato y el acusado y varios testigos dijeron que, en realidad, fue ella quien se presentó por sorpresa en el domicilio del sospechoso y, tras entrar en su habitación y discutir brevemente, salió dando un portazo. El abogado de la defensa, Vicente Máñez, explicó que tanto su cliente como varios testigos afirman que el acusado acudió a la Guardia Civil para advertir de que la mujer, y no él, había vulnerado la orden de alejamiento, pero no pudo presentar la denuncia porque le dijeron que el sistema informático no funcionaba.

Unas pocas horas después la joven acudió al mismo cuartel de la Guardia Civil y presentó su denuncia. Entonces los agentes llamaron por teléfono al hombre, que tiene 26 años de edad, y lo detuvieron. Pasó un día y medio en el calabozo, dijo su abogado.

El ministerio público reclamaba un año de cárcel para el acusado por malos tratos y quebrantamiento de condena. El día del juicio, tras escuchar a la joven, al acusado y a los testigos, la representante del ministerio público mantuvo su petición de prisión.

Por su parte, la jueza llegó a la conclusión de que «está claro que la prueba de descargo prima sobre la de cargo, por lo que se debe proceder al dictado de una sentencia absolutoria».