Es muy probable que el próximo artículo sobre este monumento de Sant Antoni se titule ‘Réquiem por la Torre des Llucs’, porque todos los llamamientos que se han hecho en los últimos años para que las administraciones actúen para salvarla han caído en saco roto. La Torre des Llucs, declarada Bien de Interés Cultural en 1949, es hoy en día el elemento patrimonial importante más amenazado de la isla. En los últimos meses se ha derrumbado casi por completo el muro que sujetaba la estructura de la escalera a la segunda planta, así que si los técnicos del Consell de Eivissa ya habían avisado hace tiempo de que estaba «cogida con alfileres», ya solo debe quedar uno.

La torre, cuya construcción se remonta como mínimo a principios del siglo XVII, presenta un estado lamentable. En los últimos años se ha acrecentado la erosión en sus muros construidos en espiga con marès y se ha perdido parte de la argamasa. Presenta un gran boquete junto a la entrada y algunos más en la parte posterior. De la escalera, que es lo que le otorga mayor interés desde el punto de vista histórico-artístico porque no es muy común en estas construcciones, ya solo quedan dos vigas de sabina a punto de caer. Otros puntales de sabina que se habían colocado entre la base de la escalera y la torre también han caído.

Los derrumbes no solo han afectado a la torre, sino a buena parte de la casa payesa, hasta el punto de que ya es difícil distinguir su trazado. La mayor parte de la antigua construcción ya es solo un montón de escombros.

Los avisos sobre el estado de esta torre interior de defensa se han sucedido en los últimos años. Ya en 2005, en su voz de la Enciclopèdia d’Eivissa i Formentera se aseguraba: «de no poner remedio, podría desaparecer muy pronto. Hace dos años, tras una visita del Grup de Coneixement del Medi, desde el Institut d’Estudis Eivissencs reclamaron una «actuación urgente» de las instituciones para salvarla.

Proyecto para consolidarla

Tras la caída de la torre de Can Pere Mosson de Balàfiacaída de la torre de Can Pere Mosson de Balàfia el pasado diciembre, el conseller insular de Patrimonio, David Ribas, aseguró que su departamento está trabajando en un proyecto para consolidar la de es Llucs y que a lo largo de este año se hará una revisión profunda del estado de todas las edificaciones protegidas.

El problema que han encontrado tanto el Consell como el Ayuntamiento es que la torre se encuentra en una finca privada, pero la construcción lleva muchos años abandonada, probablemente por un problema de herencias. El propio Ribas recordó que el artículo 26 de la Ley de Patrimonio Histórico-Artístico recoge que el deber de conservar un bien protegido es del titular o propietario del bien, aunque también que «el trabajo de hacer cumplir la normativa es de las instituciones».