El molino de Can Planetes, en la falda del Puig de Missa, se mueve de nuevo como lo hacía antes, impulsado por la fuerza del agua del río de Santa Eulària. En un acto simbólico, el alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, ha abierto con la ayuda de la concejala de Cultura, Ana Costa, la compuerta del canal des Molí, que conecta el río, en el embalse de es Trenc, hasta el antiguo molino, restaurado hace unos años. Es la primera vez desde los años 60, cuando Can Planetes quedó en desuso, que se utiliza el agua del río para mover la rueda. Desde la reapertura del centro de interpretación del río, donde se encuentra el molino, este funciona con un sistema de agua cerrado impulsado por bombas.

Hace algo más de un año se restauró es Trenc, la pared que ejerce de presa para desviar parte del curso fluvial hacia los huertos y el molino. A partir del año 1235, tras la conquista catalana, se han documentado hasta seis molinos en esta zona, según ha explicado el historiador Antoni Ferrer Abárzuza. La primera pared que se levantó en el río para retener el agua se remonta al siglo X y principios del XI, en época musulmana.

El técnico de Medio Ambiente de Santa Eulària, Javier Marí, ha destacado que es "un hecho excepcional" que el agua corra por el río desde la cabecera hasta su desembocadura debido a que este año ha llovido mucho más de lo previsto y el consumo de agua del subsuelo ha sido inferior a la capacidad de recarga de los acuíferos. Se trata, en todo caso, de una situación coyuntural que durará "unos meses" como mucho.

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La restauración de Can Planetes se inauguró en 2011. El alcalde, Vicent Marí, ha destacado que el proyecto de rehabilitación del entorno del río era inicialmente "una idea idílica", pero que ahora, aunque sea temporalmente, es "una realidad". Además de la recuperación de Can Planetes, la restauración de es Trenc y las acequias del canal des Molí, también se ha limpiado la desembocadura del río y se han retirado cañas.

La recuperación de estos elementos etnográficos y su funcionamiento tradicional supone un viaje en el tiempo hacia 50 años atrás, según Marí. "Podemos ver lo que era Santa Eulària entonces, cómo vivía la gente del campo antes de la llegada del boom turístico".

El alcalde confía que con la puesta en marcha de la desaladora de Santa Eulària y, con ello, "la recuperación de los acuíferos", el caudal del río "sea permanente todo el año, como antiguamente".