El hombre de 26 años y nacido en Letonia arrestado por agredir a un agente de la Guardia Civil en el aeropuerto y destrozar un calabozo de Can Sifre ya ha sido puesto en libertad.

El juzgado de guardia decidió el pasado jueves suspender la pena de cárcel de cuatro meses impuesta a E.K., residente en Ibiza. Sin embargo, fuentes judiciales informaron de que sí estará obligado a pagar una indemnización por los daños ocasionados. Un portavoz de la Benemérita informó ayer de que este joven de Letonia carecía de antecedentes penales.