La línea verde es el servicio que permite informar a los municipios de pequeñas deficiencias y desperfectos relacionados con los servicios municipales y el estado general de la ciudad. Se trata de una herramienta relativamente reciente, que han implantado los ayuntamientos de las islas y que, en el caso de Vila, ha experimentado un auténtico boom en el último año, cuando el número de quejas y avisos ha pasado de los 2.398 de 2015 a los 4.618 registrados en 2016.

Aunque lo cierto es que el recurso a este servicio como una vía rápida para informar a la Administración de pequeños desperfectos que requieren con celeridad una actuación ha venido creciendo exponencialmente desde 2013. Aquel año se recibieron 291 avisos a través de la línea verde, con un espectacular aumento del 1.500% en solo tres años en el número de ocasiones en que los ciudadanos han recurrido a este servicio.

Cada vez más conocida

Esto se puede deber, además de al estado general de la ciudad, también a que cada vez está más extendido el conocimiento de la existencia de este servicio y al hecho de que funciona. Al menos así lo indican las estadísticas ofrecidas por el propio Consistorio, que evalúa el seguimiento de las alertas que recibe el servicio, y muestra que el periodo que se tardaba en solucionar las quejas se ha reducido sensiblemente entre ambos años.

Si en 2015 el arreglo de los problemas más habituales, desperfectos en aceras y calzadas, se ponía en marcha en unos cinco días, un año después se tardaba sólo tres jornadas en iniciar la reparación. Y eso que las brigadas municipales han recibido más del doble de trabajo este último año a través de la línea verde, con 1.25 5 incidencias frente a las 639 de 2015, lo que supone que más de la cuarta parte de quejas fueron por este motivo. Además, éstas van en ascenso, porque si en 2015 representaban el 26,65% del total de avisos, en 2016 han subido ligeramente, hasta el 27,2%.

La falta de limpieza o la obstrucción de los imbornales que deben absorber la lluvia durante las tormentas son la siguiente causa principal de las incidencias que recibe el servicio, aunque han descendido en este último año al 14,82% desde el 17,18% que suponían en este, un 2,36% menos. Ello a pesar del aumento de incidencias en cifras absolutas, ya que este último año se recibieron 684, 272 más que un año atrás.

Respuesta más ágil

De todos modos, forma parte de las deficiencias ante las que se actúa en un día de media. El avance ha sido enorme respecto al año anterior, cuando se tardaba 79 días en solucionar este tipo de queja.

El mal estado de los contenedores y papeleras del municipio ha motivado 475 avisos en 2016, frente a los 146 de 2015, un aumento que coloca este epígrafe como la tercera causa de queja de los ciudadanos. En cambio, han perdido algo de peso las quejas relacionadas con el estado de los jardines municipales, que han pasado de ser la tercera causa de aviso al Ayuntamiento en 2015 a la cuarta en el pasado 2016.

A continuación siguen los avisos por tapas y arquetas levantadas, que motivaron cerca del 9% del total en 2015 al 6,5% en este 2016. En este tiempo, además, se ha reducido de forma espectacular el tiempo de reacción de la Administración, que hoy actúa un día después del aviso, mientras que el año pasado se podía llegar a los 111 días.

Herramienta preventiva

La línea verde permite alertar de cualquier tipo de situación, lo que ayuda a prevenir riesgos como los desprendimientos de edificios. En 2015 se recibieron 11 avisos, a los que se atendió tras una espera media de 59 días, mientras que el año pasado fueron otros 21 avisos, con un tiempo de respuesta de dos días.

Los daños en el mobiliario urbano motivaron el 3% de las quejas en 2015, y medio punto menos un año después, cuando se alcanzaron los 121 avisos. El Ayuntamiento computa de forma separada los desperfectos en parques infantiles, que acumularon 87 avisos el año pasado, frente a los 43 de 2015. De nuevo, se ha reducido el tiempo de respuesta de los 12 a los dos días.

Según explica el Consistorio, los avisos llegan a la línea verde el mismo día en que se registran o en la siguiente jornada laborable si la denuncia se envía fuera de horario. Este tipo de espera puede aumentar, añaden, si se trata de incidencias que no dependen del Ayuntamiento y quedan abiertas, o hay dudas sobre a quién corresponde intervenir.

También señalan que en ocasiones la resolución no corresponde al municipio, sino a empresas externas, con lo que resulta más dificil «obtener un 'feed back'» de ellas y la incidencia sigue abierta incluso después de estar solucionada, lo que puede alterar la estadística en lo que respecta a los tiempos de resolución. También en ocasiones se reciben varios avisos sobre el mismo desperfecto, con lo que algunas quedan abiertas y otras no.

El éxito de esta herramienta también estriba en que el usuario reciba una respuesta, y una de las características de la propia web es que permite hacer un seguimiento de cada incidencia y, además, estar informado de cuándo se le da solución.