Los técnicos del Consell de Ibiza han detectado en la isla la presencia de una bacteria, la Xylella fastidiosa, que afecta en este caso a los olivos pero que también ataca a otros árboles frutales y que podría obligar a eliminar decenas e incluso centenares de ejemplares si su presencia se convierte en una plaga. La Unión Europea es clara e inflexible: la detección de numerosos casos de árboles afectados por la bacteria Xylella fastidiosa obligará a arrasar cientos de hectáreas de árboles frutales sólo en Mallorca.

En Ibiza todavía no se sabe exactamente cómo afectará esta bacteria.

El conseller de Medio Ambiente, Miquel Vericad, explicó que los técnicos insulares trabajan desde hace tiempo con los profesionales del departamento de Sanidad Vegetal del Govern para controlar el desarrollo de esta amenaza para los frutales de la isla.

Vericad se limitó a confirmar la presencia de esta bacteria en Ibiza y declinó ofrecer más información a la espera de una reunión que tienen previsto celebrar hoy los técnicos de su departamento con los de Sanidad Vegetal.

«Estamos preocupados, claro, pero como con la aparición de cualquier patógeno en la isla. Por ahora es pronto para saber cómo afectará la Xylella fastidiosa, pero en otros casos con el tiempo la situación se ha estabilizado», indicó en relación a otras plagas que han afectado al campo ibicenco.

La normativa europea marca que por cada caso detectado deben ser arrancados todos los árboles susceptibles de ser infectados en un radio de 100 metros a la redonda. Es decir: por cada detección deben ser devastadas tres hectáreas de campo. De momento, la conselleria de Medio Ambiente ha informado de 11 casos de la bacteria Xylella detectados en las islas, pero podrían elevarse hasta el centenar de positivos.

Primer caso en Manacor

Primer caso en ManacorDe hecho, este es el protocolo de cuarentena que ya se ha tenido que aplicar en Mallorca después de que el pasado mes de octubre se encontraran dos casos de Xylella en cerezos y adelfas de un vivero de Porto Cristo, en Manacor.

En un radio de 100 metros desde el caso detectando han tenido que ser talados todos los árboles, y en un radio de 10 kilómetros, el servicio de Sanidad Vegetal del Govern balear ha tenido que recoger muestras de todos los cultivos. El positivo por la bacteria en una de las muestras obliga a reiniciar el protocolo: arrasar todo en un radio de 100 metros y tomar muestras en un radio de 10 kilómetros.

El objetivo de esta medida, aprobada en 2015, es atajar una plaga que afecta a todo tipo de árbol frutal, desde almendros, olivos o viñas hasta cítricos, y que empieza dejando las hojas amarillentas y acaba secando y matando el árbol.

Un insecto transporta la bacteria, que tapona los vasos conductores impidiendo el paso del agua y condenando al árbol.

Primeros casos, en Balears

Primeros casos, en BalearsBalears es la primera comunidad de España en tener casos positivos de esta bacteria que ya se ha detectado en Alemania o en Francia, principalmente en la Costa Azul y en la isla de Córcega, y que ha hecho estragos en Italia. En la comarca de Salento, en la región italiana de Apulia, se encontró por primera vez esta plaga en Europa.

El protocolo de cuarentena en esta región se ha saldado con más de dos millones de olivos talados y su aplicación se encontró con la resistencia de colectivos ecologistas y agrarios, que trataron de impedir la tala de árboles centenarios y que incluso llevaron la normativa a la justicia.

Sin compensaciones

Sin compensacionesPrecisamente, el pasado junio, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) falló a favor de la normativa defendiendo el principio de cautela en el que se basa el procedimiento marcado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés). La tala de los cultivos no tiene ninguna compensación para los agricultores y, en caso de oponerse a la medida, la normativa marca sanciones para sufragar los costes de los trabajos de tala de sus campos.

Por su virulencia y por las consecuencias, el precedente del campo italiano preocupa ahora a los payeses del archipiélago ante la detección de casos de Xylella.

El sábado pasado el conseller Vicenç Vidal informó de la detección de numerosos casos de esta bacteria después de que el Ministerio de Medio Ambiente emitiera una orden para impedir la exportación de todo tipo de vegetales de Mallorca para su plantación, como primera medida ante la plaga.

El Gobierno de Madrid respondía así de urgencia a la «aparición de nuevas y numerosas sospechas de posibles brotes que, de confirmarse, significarían la dispersión de la enfermedad por todo el territorio» del archipiélago comunicada por la conselleria de Medio Ambiente.