Tan solo seis días ha tardado la retroexcavadora de la empresa Medina Excavaciones en convertir el Cine Serra en un amasijo de escombros y ferralla. A pesar de la lluvia, ayer se cumplió el programa previsto para acabar esta parte del trabajo y a mediodía sólo la planta baja del edificio seguía en pie, como muro de contención de los restos del viejo edificio.

A partir de ahora, los operarios tienen otra semana por delante para dejar libre de restos el solar del paseo de Vara de Rey, para que puedan empezar las obras de construcción del hotel de lujo que promueve KKH Property Investors, formada por los fondos de inversiones KKH Capital Group y Perella Weinberg Real Estate.

Pocos minutos antes del mediodía, unos pocos curiosos, debido al frío y la lluvia que ayer caía sobre Vila, seguían las evoluciones de la retroexcavadora equipada con una mordaza cizalla al final de su largo brazo articulado, mientras caían los últimos restos del edificio que concibió el arquitecto catalán Germà Rodríguez Arias en los años 60.

Varios meses de tramitación

Pero el trabajo para derruir el viejo coliseo empezó hace meses, cuando los primeros operarios de la empresa mallorquina contratada para la demolición empezaron a desmontarlo por dentro, retirando cables y mobiliario. También supuso varios meses de tramitación previa la eliminación del amianto del techo del edificio, al tratarse de un residuo peligroso cuya retirada se debe hacer de forma controlada por trabajadores especializados, según explicaron fuentes cercanas al proyecto.

La compra del cine se formalizó hace tres años y la intención de la promotora era acometer su reconversión de forma mucho más rápida, pero esas intenciones se vieron frustradas por la sentencia que paralizó el urbanismo de Vila, y que afectó también a la tramitación de la nueva licencia.

Superados esos obstáculos, la intención de la promotora es poder inaugurar el hotel de lujo entre mayo y junio de 2018. El viejo cine no disponía de ningún tipo de protección patrimonial, por lo que los arquitectos no han tenido que integrar ninguno de sus elementos en el nuevo proyecto.